Una cantera que el PSOE quiso utilizar como vertedero se convertirá en un embalse para evitar futuras riadas

El 29 de octubre fue un día trágico para la provincia de Valencia. El agua bajaba sin control y anegando cualquier punto posible. Pero si aquel día el drama no fue aún mayor es porque la naturaleza es tan cruel como sabia. El barranco de la Horteta llegó a Torrent embravecido, pero no toda el agua continuó su cauce natural, sino que se quedó en la cantera que hay en Serra Perenxisa.

Este lugar, que 'nació' para sacar la piedra con la que dar forma al plan sur de Valencia tras la riada de 1957, sirvió en octubre como 'freno' al agua que llegaba desde el interior de la provincia. Durante años el proyecto defendido por el PSOE pasaba por convertirlo en un vertedero, pero ahora el ayuntamiento del segundo municipio más poblado de la provincia de Valencia quiere convertirlo en un embalse con capacidad para laminar futuras avenidas de agua.

La actual alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ya defendía desde su periodo en la oposición consistorial que el proyecto socialista «no era lo más ecológico» y más teniendo en cuenta que el único acceso que existe hoy en día para entrar a la antigua cantera de Serra Perenxisa es una urbanización. Es por ello que los vecinos de estos chalets llevan años y años mostrando su descontento por la cantidad de camiones que circulaban ante sus viviendas.

El Ayuntamiento de Torrent no dispone de la capacidad económica suficiente para intentar renaturalizar este enclave natural, por lo que el futuro de la cantera pasa por alzar a instancias superiores y que el proyecto cuente con una importante inversión europea.

El Consistorio ya se ha reunido con los vecinos de la zona, después de diez años sin encuentros por parte del anterior consistorio socialista, recibiendo el visto bueno a convertir la antigua cantera en una zona de laminación de agua y espacio natural que sirva para hacer más accesible este punto y evitar futuras riadas con un mecanismo de compuertas.

El proyecto surge también ahora ya que la fuerza con la que llegó el agua a la cantera provocó la rotura de algunas piedras, por lo que podría convertirse en un peligro si llegara una nueva avenida torrencial.

El paraje natural creado tras la riada de 1957 y que salvó la comarca de l'Horta Sud busca ahora ser útil para las próximas décadas. Una cantera que quiere ser embalse para el futuro.