Imagen de archivo de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero

«El Gobierno de Sánchez abandonó a los valencianos el día de la dana»

La vicepresidenta de la Generalitat denuncia las «dos horas de silencio letal» de los organismos del Estado conforme ha revelado la Guardia Civil y pide explicaciones a Pilar Bernabé

La Generalitat Valenciana intensifica sus críticas al Gobierno central tras conocerse el informe de la Guardia Civil sobre la gestión de las agencias estatales durante la dana que azotó la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre. La vicepresidenta del Consell y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, declaró ayer antes de participar en la celebración del día de los abuelos organizado por Mensajeros de la Paz que «el documento remitido al juzgado corrobora lo que el Gobierno autonómico lleva denunciando desde hace casi nueve meses: que las agencias estatales, concretamente la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Aemet, fallaron en los momentos más críticos».

Camarero ha calificado el informe de la Guardia Civil como «demoledor», asegurando que pone de manifiesto el «caos» que reinó en dichas agencias, en especial en la Confederación Hidrográfica del Júcar, durante el desarrollo del episodio meteorológico extremo. La falta de información por parte de estos organismos estatales habría sido, según la Generalitat, uno de los factores clave que impidió una respuesta más eficaz ante las inundaciones que se produjeron.

La vicepresidenta ha remarcado que el informe confirma la existencia de un periodo de «silencio letal» de dos horas y media, desde las 16:13 hasta las 18:43, durante el cual la Confederación no emitió ninguna comunicación, a pesar de que los caudales superaban umbrales críticos que, según su propia normativa interna, obligaban a informar de forma inmediata. «No lo hicieron cuando se superaron los 30, ni los 70, ni los 150 metros cúbicos por segundo», afirmó Camarero, subrayando que la única comunicación llegó a las 18:43, en forma de un correo electrónico que notificaba la superación de hasta tres umbrales de caudal.

Estas revelaciones refuerzan, según el Consell, la tesis de que el Ejecutivo autonómico no pudo actuar de otra forma debido a la falta de datos proporcionados por las agencias estatales. «No teníamos información el 29 de octubre para hacer otra cosa de la que se hizo», insistió Camarero, añadiendo que también Aemet llegó tarde a la emisión de los avisos rojos, lo que complicó aún más la toma de decisiones.

Camarero no ha ahorrado críticas a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, a quien acusa de haber sostenido durante meses que las agencias actuaron correctamente. La vicepresidenta ha exigido explicaciones tanto a la delegada como al Gobierno central, señalando que «tendrán que explicar por qué actuaron mal, por qué hubo tantos fallos ese día y asumir responsabilidades».

Además, ha acusado a la delegada del Gobierno de «hipocresía» y de intentar capitalizar el trabajo con las víctimas del temporal, ignorando, según sus palabras, el esfuerzo de otras administraciones desde el primer momento. También ha cuestionado su credibilidad al referirse a supuestas falsedades en su currículum y en sus declaraciones públicas durante los últimos meses.

Con estas afirmaciones, la Generalitat eleva el tono de su confrontación con el Gobierno central y abre la puerta a posibles exigencias formales de responsabilidad por la gestión de las agencias estatales durante la catástrofe. El informe de la Guardia Civil se convierte así en un nuevo frente político, en un contexto donde las víctimas y la ciudadanía exigen respuestas claras y actuaciones coordinadas para que episodios similares no se repitan en el futuro.