¿Para qué sirve el Es-Alert? Del mensaje tardío a la psicosis cada vez que suena el móvil en Valencia

Alerta roja de Aemet, envío de Es-Alert. Parece que los ciudadanos ya pueden ir haciéndose una idea de cómo gestionan los gobiernos autonómicos el sistema de alerta a toda la población ante fenómenos naturales. El sistema se estrenó con el envío masivo tardío a las 20:11 horas del 29 de octubre de 2024 y se ha utilizado en la Comunidad Valenciana en ocho ocasiones más. La última: este domingo. Se esperaban más de 200 litros acumulados en la provincia de Valencia. Sonaron todos los móviles, pero el punto con más lluvia fue el sur de Castellón.

Dice el Ministerio del Interior que «la recepción de mensajes de alerta a través de este sistema será un hecho poco habitual», pues en la Comunidad Valenciana se han enviado nueve alertas en 14 meses. El estreno fue en la dana del 29 de octubre, mensaje que tuvo continuación con otros dos Es-Alert los días 30 y 31 de octubre ante la situación de colapso que se vivía en Valencia

A partir de ahí se encuentran alertas a la población que navegan entre la ambigüedad de cogerse al pie de la letra la directiva europea y remitir cualquier aviso rojo de Aemet. Resultado: psicosis cada vez que suena el teléfono móvil y escasa credibilidad de un sistema que realmente no está pensado para estos fines.

La directiva europea que establece el uso del Es-Alert (2018/1972) puntualiza que esta sistema está señalado para casos de «emergencias importantes o desastres inminentes o en desarrollo». En ningún punto de la normativa se establece que sea para trasladar avisos de Aemet o que cualquier riesgo meteorológico vaya a implicar una emergencia o desastre inminente. Toda actuación actual está condicionada por aquel 29 de octubre de 2024.

En 2025 se han enviado ya cuatro Es-Alert en la Comunidad Valenciana

Seis alertas en trece meses

No hubo que esperar muchos días para que la Generalitat Valenciana hiciera uso del mensaje masivo a la población tras la dana que dejó 230 muertos. El 13 de noviembre se remitió el aviso rojo de Aemet por una nueva dana en Valencia. Ya no es que no lloviera, que no lo hizo en la zona donde se esperaban 180 litros acumulados, es que acabaron dándose esos registros en puntos sin aviso como el norte de Alicante y norte de Castellón.

En 2025 se han enviado ya cuatro Es-Alert en la Comunidad Valenciana. El 3 de marzo se estableció el aviso rojo para el interior sur de Castellón ante acumulados de 180 litros en 12 horas. Las imágenes de ramblas completas de agua sí que se dieron en la zona, también en el litoral sur de Castellón, donde sin llover tanto van a desembocar ríos y barrancos que de normal van casi secos. Al aviso de Emergencias le faltó incluir al norte de Castellón, donde sin aviso rojo se dieron los registros más destacados del episodio de lluvias.

Lo mismo pasó el 28 de septiembre de 2025, cuando los móviles de los valencianos volvieron a pitar para notificar un aviso rojo de Aemet y no un riesgo inminente. En el litoral sur de Valencia sí se dieron registros contemplados en la previsión meteorológica, así en el litoral sur de Castellón durante el 29 de septiembre. Acertó Aemet, pero otra cosa bien diferente es que se hiciera un uso eficiente de la herramienta.

El error de fiar el Es-Alert a Aemet

Porque el debate que subyace es hasta qué punto está condicionado el uso del Es-Alert en la Comunidad Valenciana tras los hechos del 29 de octubre de 2024. Hasta la propia magistrada que instruye la causa de la dana en Catarroja evidenció que el envío temprano del 28 de septiembre de 2025 contrapone a los hechos ocurridos 11 meses antes.

Pero aún ha habido dos Es-Alert más en la Comunidad Valenciana. En Alicante se envió uno ante la dana Alice del 9 de octubre indicando, como es habitual, el aviso rojo de Aemet, que en este caso sí se cumplió y el último ha sido el del sábado 13 de diciembre por las fuertes lluvias que se preveían para el domingo 14.

La sucesión de mensajes de Es-Alert atendiendo exclusivamente a una previsión meteorológica llevan camino de aniquilar cualquier credibilidad con la que aspiraba a desarrollarse el sistema de emergencia. Y no es ninguna elucubración, es que aparentemente no se están cumpliendo los estándares indicados por Europa: una previsión de Aemet no es una «gran catástrofe o emergencia inmimente o en curso». Pitan todos los móviles y luego no cae ni gota.