Pisos alquiler Cataluña.

Un edificio con varios pisos en alquilerEuropa Press

La escasez de oferta y el endurecimiento de las condiciones disparan el precio del alquiler en Valencia

El coste por arrendar un piso ha subido en octubre un 4 % en la capital del Turia, el segundo mayor incremento de toda España y más del doble que en ciudades como Barcelona, Málaga, Sevilla, Bilbao o Alicante

El acceso de la vivienda es uno de los problemas más acuciantes actualmente en España, especialmente entre los jóvenes, que ven cómo cada vez es más complicado poder emanciparse. Esto no solo afecta a las personas que quieren adquirir una casa en propiedad, sino que también afecta a los que buscan un inmueble en alquiler. La Comunidad Valenciana no es ajena a este contexto y, de manera concreta, la capital regional lo está experimentado a tenor de los últimos datos publicados.
Según el informe de precios publicado por el portal inmobiliario Idealista, los pisos para arrendar en Valencia subieron un 4 % en el mes de octubre. Este registro supone el segundo mayor aumento de una capital de provincia en España, tan solo por detrás de Segovia, con un incremento del 7 %. Por el contrario, las rentas en otras ciudades de importancia similar a la de Valencia también se acrecientan, aunque a menor ritmo. En este segmento se encuentran Barcelona (2 %), Málaga (1,6 %), Bilbao, Alicante y Madrid (0,8 %) o Sevilla (0,3 %).
Aún así, el mismo estudio no sitúa a la ciudad del Turia entre las más caras en lo que al precio del metro cuadrado de una vivienda de alquiler se refiere. En concreto, en el municipio se paga a 12,9 euros. Esto significa que por un piso medio de 80 metros cuadrados un inquilino abonará un total de 1.032 euros cada mes. Por apenas diez céntimos el coste por metro no entra entre las siete ciudades más costosas del país, ya que la sexta es Málaga, donde se pagan 13 euros. En comparación con la provincia, naturalmente es la localidad en la que se ha de destinar más dinero a arrendar una vivienda, mientras que la más barata es Alzira, con una diferencia de 552 euros mensuales por una vivienda de 80 metros.

Más requisitos y riesgo de impagos

Como causa principal de este contexto, un estudio realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Asociación de Inmobiliarias de la Comunidad Valenciana (ASICVAL) apunta hacia un fuerte desequilibrio en el mercado del alquiler con motivo de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda del Gobierno central hace poco más de cinco meses. El informe advierte que ha habido un desplome del 31 % del parque inmobiliario al respecto. Este síntoma se produce en las tres provincias, bajando en la de Valencia un 29,9 %, a lo que habría que añadir un 14,84 % de incremento en las rentas y un 11,08 % en la demanda de este tipo de viviendas.
Asimismo, la investigación asegura que, según las inmobiliarias encuestadas, prácticamente uno de cada cuatro propietarios valencianos (24,33 %) ha optado por endurecer los requisitos que le exige a los eventuales inquilinos. Otro 20,68 % señala que se ha inclinado por incrementar la renta con tal de atenuar la demanda y, a la par, evitar el creciente riesgo de impagos. A este último aspecto, cabe reseñar que la normativa del Ejecutivo regula los desahucios, concretamente en lo referente a la protección de las familias vulnerables.
Vivienda en alquiler.

Vivienda en alquilerMarta Fernández Jara - Europa Press

En este sentido, en caso de conflicto se establecerá un sistema de arbitraje que «propicie el acuerdo entre arrendador y arrendatario» y si no se llegara a un acuerdo, la situación se puede cronificar hasta que los servicios sociales logren dar con una solución habitacional para los inquilinos «atendiendo a sus condiciones de vulnerabilidad social y económica, así como a sus circunstancias personales y familiares».

«Una nueva ley»

Ante las restricciones al alquiler que incluye la ley, entre las que también se contempla un control de precios en determinadas zonas y la limitación al aumento anual de la renta, las inmobiliarias subrayan que un 16,99 % de las personas con piso en propiedad en Valencia lo ha destinado al mercado del alquiler temporal y no de largas temporadas, a la vez que un 6,23 % lo ha ofrecido al alquiler turístico y el 15,45 % lo ha quitado para arrendar y lo ha puesto directamente a la venta.
Por último, las operaciones de gestión de alquiler habitual realizadas por las inmobiliarias en Valencia han caído un 26,84 % desde que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley de Vivienda, con la correspondiente disminución del 44,73 % en la cartera de estas viviendas. De cara al corto y medio plazo, las expectativas de que el panorama comience a estabilizarse no son demasiado altas. «Sin oferta de alquiler, con una demanda en aumento, y con una ley que no ofrece protección jurídica a los propietarios no va a haber un cambio de tendencia en el mercado de alquiler habitual», comenta la presidenta de ASICVAL, Nora García Donet.
En su opinión, «tampoco van a bajar los precios y, en el mejor de los casos, solo podemos esperar que no sigan subiendo», augura la responsable inmobiliaria a la par que plantea sus exigencias al nuevo Gobierno que en los próximos días empezará a trabajar: «Le pedimos que afronten el drama social de la vivienda desde el consenso y teniendo en cuenta a las voces expertas para poder elaborar una nueva ley», una reivindicación que también hace extensiva al Ejecutivo de la Generalitat.
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