El submarino S-81 Isaac Peral se entrega a la Armada española el 30 de noviembre

El submarino S-81 Isaac Peral se entregó a la Armada española el 30 de noviembreKindelán

Armada española  El examen más duro para los nuevos submarinos de la clase S-80

El Organismo Evaluador de Cartagena de la Armada española ha comenzado con la evaluación operativa de los submarinos de la clase Isaac Peral. El Centro de Valoración y Apoyo a la Calificación Operativa para el Combate es un organismo cuya principal misión es mejorar el adiestramiento de las unidades y certificarlas para que puedan cumplir sus cometidos con la máxima eficacia.
Durante estas pruebas, las dotaciones de los buques adquieren los conocimientos precisos en el manejo eficaz de la plataforma. El programa S-80 requiere conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas. De hecho, el lema del Centro de Valoración es: «Nos adiestramos como combatimos para combatir como nos adiestramos».
El Organismo Evaluador de Cartagena comienza con la evaluación operativa de los S-80

El Organismo Evaluador de Cartagena comienza con la evaluación operativa de los S-80Armada Española

Tras el S-81 llegarán otros tres sumergibles que se encuentran en diferentes grados de avance, todos ellos bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina: el S-82 'Narciso Monturiol', el S-83 'Cosme García' y el S-84 'Mateo García de los Reyes'.
La Armada considera que las operaciones de proyección del poder naval sobre tierra y las de protección de fuerzas navales o terrestres en aguas costeras son mucho más probables en la actualidad que el combate naval tradicional.
En consecuencia, la Armada tiene claro que estos nuevos submarinos deben desempeñar las siguientes misiones:
  • Proyección del Poder Naval sobre tierra.
  • Guerra Naval Especial.
  • Protección de una Fuerza desembarcada.
  • Vigilancia (I & W).
  • Protección de una Fuerza Naval.
  • Disuasión.
Por otra parte, los Submarinos S-80 deberán hacer frente, tanto en el Océano Atlántico como en el Mar Mediterráneo, a las amenazas de:
  • Campos minados.
  • Buques de superficie, con sonares activos y pasivos.
  • Aeronaves antisubmarinas, con radar, sonoboyas activas y pasivas y sonar calable.
  • Submarinos nucleares y convencionales de diseño avanzado.
Armamento del S-81

Armamento del S-81Kindelán

Armamento del S-81

Armamento del S-81Kindelán

Armamento del S-81

Armamento del S-81Kindelán

Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, el S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN, como ha venido detallando El Debate.
Por su alto nivel de automatización puede operar con una dotación de solo 32 personas y está capacitado para misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión.
El Programa S-80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, el S-70, ya que va a contar con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permiten elevar su grado de automatización, reducen notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino.
Este proyecto ha supuesto el mayor reto para la construcción naval española hasta la fecha. La dotación ha llevado a cabo un riguroso proceso de formación, adiestramiento y certificación durante todo el proceso de las pruebas de mar que le permite conocer en profundidad la plataforma, de modo que el submarino pueda ser operado con seguridad, tanto en superficie como en inmersión.
El S-81 se sometió el 17 de noviembre a su última prueba en el mar antes de ser entregado por Navantia a la Armada: se
realizaron pruebas de inmersión, salida a superficie y una prueba de remolque con el buque Neptuno.
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