Airbus y Santa Bárbara apuestan por la soberanía tecnológica española y europea

El almirante Juan Rodríguez Garat ha afirmado este miércoles que Europa debe plantearse las inversiones en defensa «como el precio que hay que pagar para conseguir la independencia de estar seguros voten lo que voten los ciudadanos de Estados Unidos». Además, ha advertido que si en la próxima Cumbre de la Alianza Atlántica, «Estados Unidos pone el veto sobre lo que ocurre en Ucrania o la amenaza a las Repúblicas Bálticas, la OTAN estaría dando sus últimas boqueadas».

«Si Europa tuviera que responder sin el apoyo de Estados Unidos, ahora no tendríamos capacidad disuasoria ninguna. Europa tiene 27 ejércitos y 27 enanos no hacen un gigante porque tienen demasiadas voces», ha alertado.

Rodríguez Garat ha intervenido en las III Jornadas de Defensa organizadas por El Debate, en las que ha abordado el nuevo escenario geopolítico mundial junto con Marta Nogueira, responsable de Negocio de Airbus DS España, y José Andrés López de Fez, senior director de GDELS SBS (Santa Barbara). Los tres especialistas han planteado cuestiones como la necesidad de apostar por la soberanía tecnológica española, si las Fuerzas Armadas están adaptadas a este mundo cambiante o si España va a poder digerir el aumento del presupuesto de Defensa al 2% del PIB. Y han advertido de los errores que en este nuevo escenario hay que tratar de evitar.

Programas de colaboración

Nogueira ha destacado que Airbus, una empresa con más cien años de experiencia, apuesta por el desarrollo de la Europa de la Defensa: «Tenemos que romper la brecha tecnológica con Estados Unidos», ha afirmado. Eso requiere «más de 500.000 millones de euros de inversión, y esa inversión hay que hacerla en Europa. Toca pensar en desarrollo de tecnología nacional y en posicionar a España en estos proyectos de colaboración».

Según la responsable de Airbus, es «objetivo prioritario» de esta empresa «asegurar que la industria española siga teniendo un peso importante en Europa y participe en todos estos programas de colaboración, que seamos capaces de desarrollar tecnología nacional».

«La artillería no ha muerto»

También López de Fez ha destacado la larga experiencia de Santa Bárbara -lleva operando desde 1540, ha dicho- y ha señalado que en los 25 últimos años, en los que ha habido vacas gordas y flacas, «Santa Bárbara ha mantenido capacidades que ahora están disponibles de manera inmediata y ha desarrollado una tecnología española y europea 100%».

Según ha relatado, esta empresa lleva años desarrollando «una estrategia para no ser dependientes de Estados Unidos» y cuentan con «900 proveedores repartidos por todo el territorio nacional». «Los sistemas críticos no dependen de terceros», ha afirmado.

En su opinión, el objetivo debería ser «convertir a España en un país de referencia, tanto política como militar e industrialmente, en el sector de la defensa» y, para eso, ha advertido de que «la colaboración entre todos los actores es fundamental».

López de Fez también ha recordado que Ucrania «ha puesto de manifiesto que conviven la guerra híbrida con la convencional. La artillería no está muerta». Y en este sentido ha destacado que «España y Alemania somos los dos únicos países de la UE que tenemos capacidad total de diseño, integración, mantenimiento de todas las plataformas terrestres y de artillería».

«Vamos con retraso»

El almirante Rodríguez Garat ha planteado si las Fuerzas Armadas españolas están adaptadas a la nueva realidd, porque el mundo ha cambiado mucho desde la guerra de Ucrania. Ha recordado que antes nadie pensaba en mísiles balísticos y se confiaba en que Estados Unidos o Israel proveerían de una tecnología que a Europa no le compensaba desarrollar.

«No podemos dejar las cosas a la improvisación -ha advertido Rodríguez Garat-. Con todo lo que ha pasado en los últimos cinco años, nuestra directiva de Defensa Nacional es de 2020, la Directiva de Política de Defensa es de 2020, no hemos cambiado la Estrategia de Seguridad Nacional… Vamos con retraso». El almirante ha afirmado que la UE ha sido capaz de desarrollar un libro blanco, «pero en España todavía no estamos a ese nivel. Hace falta poner en un papel lo que necesitamos y cuánto dinero vamos a disponer».