Pollos en una granja
Hartazgo en los corrales de Galicia: los gallegos buscan nuevas alternativas
Los gallegos compran las gallinas en Castilla y León y Asturias, donde la normativa es más flexible
Los gallineros de Galicia siguen alborotados. El lío burocrático ocasionado por la complejidad de la normativa ha llevado a muchos gallegos a buscar alternativas fuera de la comunidad, donde la burocracia es menos exigente. Además de considerar innecesario tener que legalizar los gallineros domésticos, que no comercializan la carne ni los huevos de sus aves.
Tanto Castilla y León como Asturias aplican criterios más flexibles en la aplicación del Real Decreto 637/2021, sobre los corrales de autoconsumo. Es por esto por lo que los gallegos, cada vez más, recurren a estos comercios de aves fuera de su tierra.
Esta situación ha generado tensiones, desde un primer momento, entre la Xunta de Galicia y el Gobierno central por la excesiva rigidez de la normativa.
Registro de los gallineros
Además de dificultar la cría de gallinas para el consumo propio, esta nueva normativa trae consigo multas que oscilan entre los 600 y 3.000 €, por lo que el registro de los gallineros se ha convertido en un asunto de urgencia para los gallegos. La imposición de registrar estas granjas avícolas de autoconsumo ha generado, desde hace ya varias semanas, largas colas en las oficinas rurales de Galicia.
Si bien es cierto, que el registro también se puede hacer online a través de la sede electrónica de la Xunta, la mayoría prefieren hacerlo presencialmente, y es que no hay que olvidar que la gran parte de los propietarios de corrales de autoconsumo es gente mayor.
Aún así, ya se han registrado más de 45.000 gallineros en Galicia, de los cuales 20.187 están ubicado en las provincia de La Coruña, seguida de Pontevedra con 8.409 corrales, Orense con 9.752 instalaciones ya registrados y Lugo con 6.790.
Con la entrada en vigor de esta norma, una vez registrados, los corrales reciben un código de identificación que tienen que presentar a la hora de comprar las gallinas. En su defecto, si todavía no lo posee pero ya ha hecho el registro, basta con presentar la copia de solicitud de regularización. Este es el motivo por los gallegos se apresuran a hacer el trámite para evitar quedarse sin gallinas para sus granjas de autoconsumo.
El Real Decreto establece un límite de aves para cada tipo de gallinero, siendo en el caso de los de autoconsumo de hasta 30 gallinas ponedoras o 50 pollos de engorde, sin posibilidad de venta de sus productos derivados. Es decir, la normativa no sólo afecta a las gallinas pues también es de obligatorio cumplimiento para los corrales de patos, gansos, pavos, entre otras aves.
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