Vista del Mar de Ardora en la playa de Carnota (La Coruña), el pasado 7 de agosto.

Vista del Mar de Ardora en la playa de Carnota (La Coruña), el pasado 7 de agosto.Europa Press

Ocho playas en las que disfrutar del fenómeno del 'mar de ardora' en Galicia

Cada verano, las costas gallegas se convierten en escenario de un espectáculo natural que parece salido de un cuento

Cada verano, las costas gallegas se convierten en escenario de un espectáculo natural: el mar de ardora. Al caer la noche, algunas playas se iluminan con debido a un fenómeno de bioluminiscencia, poco común y difícil de capturar en fotografías, que transforma las aguas.

Un resplandor que proviene de microorganismos marinos, principalmente la 'Noctiluca scintillans', también conocida como 'chispa de mar', que, al entrar en contacto con el movimiento de las olas o de los cuerpos, emiten luz gracias a una reacción química provocada por la luciferina.

Y la costa gallega, con su rica biodiversidad marina y las temperaturas suaves del verano, ofrece las condiciones perfectas para que este fenómeno ocurra entre junio y septiembre.

Los arenales para disfrutarlo

En pleno Parque Nacional de las Islas Atlánticas, las Islas Cíes y la Isla de Ons, situadas en la ría de Vigo, son uno de los lugares más emblemáticos para disfrutar del fenómeno del mar de ardora en Galicia. Su baja contaminación lumínica hace que los destellos azulados del agua se perciban con gran claridad durante las noches estivales.

Siguiendo hacia el norte, encontramos la playa de Carnota, la más extensa de Galicia, con cerca de siete kilómetros de arena blanca y dunas. Su amplitud y la tranquilidad de su entorno natural la convierten en un lugar idóneo para observar la bioluminiscencia en todo su esplendor.

Es la playa más grande de Galicia con 7 kilómetros de longitud

La playa de Carnota, la más grande de Galicia con 7 kilómetros de longitudTurismo de Galicia

Muy cerca, en plena Costa da Morte, la playa de Muxía aporta un marco perfecto al fenómeno de la ardora, por su paisaje agreste y entorno.

En la localidad de Corme, la playa de A Ermida, de arena fina y clara, también se ilumina en las noches de verano. Su carácter atlántico y la viveza de los reflejos azulados de sus aguas la convierten en un punto muy especial para disfrutar del espectáculo.

A poca distancia, en Cabana de Bergantiños, se encuentra la playa de Rebordelo, un rincón tranquilo rodeado de bosques de pinos y eucaliptos. Su entorno virgen y las aguas calmas permiten la observación de este fenómeno natural.

En Malpica, la playa de Os Riás destaca por su difícil acceso, lo que ayuda a preservar su carácter casi aislado, aspecto que favores a la aparición de la bioluminiscencia. También en Ponteceso se encuentra la playa de Balarés, situada en la ría de Corme y Laxe, al pie del Monte Blanco. Desde allí se pueden contemplar vistas panorámicas del océano mientras el mar brilla.

Finalmente, en Dumbría, la playa del Ézaro ofrece un entorno singular, conocido no solo por sus aguas brillantes, sino también por la espectacular cascada que desemboca directamente en el mar. Este enclave permite disfrutar del mar de ardora tanto desde la orilla como a bordo de pequeñas embarcaciones que recorren la costa.

Así, desde las Rías Bajas hasta la Costa de la Muerte, Galicia ofrece una ruta nocturna a través de sus playas más luminosas, un regalo que la naturaleza ofrece de forma efímera.

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