Adolescente bebiendo bebida energética
Galicia será pionera en prohibir la venta de bebidas energéticas y vapeadores a los menores
El proyecto avanzará ahora al Parlamento de Galicia donde, presumiblemente, se aprobará al contar el Partido Popular con mayoría absoluta
Galicia no permitirá que lo smenores tengan acceso a vapeadores y bebidas energéticas. Así lo ha informado el Gobierno autonómico tras la celebración del consejo de este lunes.
El proyecto de ley de protección de la ley de protección de la salud de los menores y prevención de conductas adictivas pasará ahora al Parlamento de Galicia donde, presumiblemente, se aprobará al contar el PP con mayoría absoluta.
La intención es, según ha informado Alfonso Rueda, que la medida se apruebe y se aplique antes de final de este mismo año.
Entre otras cuestiones, esta norma equipara las bebidas energéticas con el alcohol y los vapeadores al tabaco. Por tanto, ninguno de estos productos podrán venderse a los menores de edad en Galicia, que se convertirá en la primera comunidad en regular y prohibir la venta y consumo de estos productos entre los menores de edad.
«Galicia va a ser la primera comunidad de España en la que se prohíba la venta y consumo de estos productos a los menores de edad», resaltó Rueda. «Se trata de una norma necesaria, valiente y ambiciosa con la que buscamos una acción coordinada de toda la sociedad para proteger la salud de los menores», añadió el conselleiro de Sanidad, Antonio Gómez Caamaño.
El consejero de Sanidad con el presidente de la Xunta
Según los datos del informe de 2023, con 14 años el 41,5 % de los adolescentes ya probó alguna vez los vapeadores. En concreto, el 45,9 % de las niñas y el 37 % de los niños y con mayor porcentaje en las chicas de todas las edades. En cambio, el consumo de tabaco es notablemente inferior, de un 17,2 % en niñas y niños de 14 años y también siempre superior en el sexo femenino con respeto al masculino.
Además, el texto reforzará la capacidad de los poderes públicos para tomar medidas frente a fenómenos como el botellón.
Riesgos reales
Las bebidas energéticas que contienen 32 mg o más de cafeína por cada 100 ml y otros ingredientes estimulantes equivalen a beber tres cafés, lo que se considera excesivo para menores. En adolescentes, ingestiones superiores a 60 mg pueden afectar al sueño y, a partir de 160 mg, pueden surgir alteraciones psicológicas y de comportamiento, además de trastornos cardiovasculares.
Por este motivo Galicia será pionera a nivel nacional en su prohibición de venta y consumo por parte de menores, una medida que tomaron por ahora países europeos como Polonia o Letonia.
Para contribuir a la concienciación social sobre el contenido de estas bebidas, «los establecimientos deberán situarlas en un espacio separado con respeto a los refrescos», indicó Gómez Caamaño.
El consumo de estas bebidas es habitual entre la juventud mezclado con alcohol, lo que incrementa los riesgos de como etílico. En este sentido, la Consejería de Sanidad establece que los servicios sanitarios solicitarán la presencia de las familias del menor que tenga que ser atendido por intoxicación provocada por el consumo de alguna sustancia psicoactiva proporcionándole asesoramiento y recursos de ayuda preventivos y asistenciales.
Cambio en las sanciones
El Proyecto de ley incorpora como novedad la posibilidad de sustituir las sanciones por la participación en programas preventivos o asistenciales como, por ejemplo, programas de cesación tabáquica o de concienciación sobre los perjuicios de beber alcohol, fumar o consumir cánnabis, o, también, trabajos en beneficio de la comunidad, preferentemente relacionados con la conducta infractora.
En línea con las sugerencias recibidas por parte de organismos públicos, empresas de los sectores implicados, entidades sin ánimo de lucro y ciudadanía, se incide en la prevención en el ámbito familiar, escolar, comunitario y sanitario.
En concreto, en los controles del programa de salud infantil a partir de los 12 años se incorporarán intervenciones preventivas de cribado e intervención del consumo de alcohol, tabaco, cánnabis, bebidas energéticas y uso problemático de las tecnologías digitales.