Francisco Garzón
El maquinista del Alvia que descarriló en Angrois: «Tengo la conciencia tranquila»
Francisco José Garzón, conductor del tren accidentado en Angrois que dejó 80 fallecidos y 144 heridos, ha concedido su primera entrevista en televisión
Doce años después del accidente de tren, el maquinista del Alvia que descarriló cerca de Santiago de Compostela habla por primera vez en televisión tras el juicio. Condenado a dos años y medio de prisión por homicidio y lesiones por imprudencia grave por el siniestro en el que murieron 80 personas y se saldó con 144 heridos, Francisco Garzón asegura que rompe su silencio «por las víctimas, para que haya justicia».
«No deja de ser un accidente por falta de medidas de seguridad que me protegieran a mí y a las víctimas», defiende el maquinista durante su entrevista este domingo en el programa Salvados de La Sexta, quien asegura además tener «la conciencia tranquila», e incluso contar con el perdón de muchos de los viajeros y de sus familiares.
Garzón reconoce su responsabilidad por la velocidad excesiva a la que llegó el tren a la curva, pero insiste en que no fue el único culpable. «La curva era jodida, era de 80 y venías de 200. Yo pedí que pusieran una baliza. Se lo dije de palabra, ese fue mi fallo. Si lo hubiera hecho por escrito, se hubieran pillado más los dedos», se lamenta.
«Me desubicó la llamada del interventor. Coincidió en un sitio muy crítico, porque cuando coges el teléfono y bajas la cabeza cinco segundos, a 200km/h me desubicó, vi a lo lejos la curva, dentro del túnel y empiezo a activar los tres frenos. Pensé que se habían matado todos, el batacazo fue bestial», dice.
El abogado del maquinista, Manuel Prieto, también estuvo en la entrevista para ofrecer datos técnicos. Asegura que en ese tramo se decidió desconectar un sistema de seguridad de frenado automático que hubiera evitado el accidente de haber estado operativo.
El programa contó también con los testimonios de tres víctimas del accidente. Por un lado, Jesús Domínguez, que viajaba con su mujer y sus dos sobrinas y por otro lado, Teresa Gómez-Limón, diputada autonómica del PP en Madrid. También con Rogelio Bernardo, cuyo hijo murió. Los tres coincidieron en exculpar al maquinista.
Fue el 24 de julio de 2013 cuando se produjo el accidente en el que perdieron la vida 80 personas y 144 resultaron heridas, una de las catástrofes ferroviarias más graves de España y Europa.
«Un criminal»
Francisco José Garzón Amo asegura en la entrevista que está «muerto en vida». «Un criminal», así confiesa haberse sentido, también cuando su nombre, apellidos y dirección empezaron a publicitarse en los medios de comunicación. «¿Quién filtró todo eso?», se pregunta, y él mismo ha contesta que iban a por él, a por un trabajador compungido por un «batacazo que fue bestial».
Durante la entrevista también afirma que no tiene miedo de ir a la cárcel, salvo por su progenitora, que ya es mayor: «Si no fuese por mi madre, a mí me da lo mismo».