Arzúa
Arzúa, mucho más que la capital del queso en Galicia
De enraizada tradición peregrina, ofrece una gran riqueza cultural y natural con ermitas, santuarios históricos y hermosos parajes
Amenos de 40 kilómetros de Santiago de Compostela, el sur de la provincia de La Coruña, se ubica el municipio de Arzúa. Con algo más de 6.000 habitantes, esta tierra de apenas 155,5 kilómetros cuadrados es considerada la capital del queso gallego con Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, el de mayor producción dentro de la comunidad autónoma.
Pero el legado de Arzúa no se restringe a lo puramente gastronómico, pues ofrece una gran riqueza cultural y natural con ermitas, santuarios históricos y hermosos parajes dignos de visitar.
Quesería de Arzúa.
Su crecimiento como villa se produjo en el siglo XI, al abrigo de la ruta de peregrinación. Forma parte del Camino Francés. De hecho, debido a su proximidad al punto final de la ruta jacobea, para muchos peregrinos representa la última etapa de la larga caminata antes de llegar a la meta. De ahí que este municipio tenga numerosos edificios religiosos y haya desarrollado una economía en torno a este turismo, con un amplio catálogo de alojamientos para sus visitantes, desde albergues y hostales hasta cuidados hoteles boutique. Casa Brandariz, Pazo de Brandeso & Country Club o la Casona de Nené son algunos de los más destacados.
El terrero arzuano tuvo mucha relevancia durante la época medieval y se consolidó con la concesión de fueros propios y un señorío bajo el arzobispado de Santiago, otorgándole un papel político y económico significativo. También durante la primera guerra carlista, como así documentan los partes oficiales de los isabelinos.
Peregrinos del Camino de Santiago en Galicia
Lugares de interés
En Arzúa se ubican multitud de capillas e iglesias de gran relevancia, algunas de ellas son buen ejemplo de su antigua fábrica románica y de altares del siglo XVIII. A nivel arquitectónico y con valor artístico se encuentran las iglesias parroquiales de Dombodán, Lema, Burres, Branza y Castañeda.
Capilla de la Magdalena
Aunque la de mayor trascendencia, vinculada al Camino de Santiago, es la capilla de la Magdalena. Este lugar sagrado, situado en la calle Cima do Lugar, data del siglo XIV y antaño fue un antiguo hospital de peregrinos. En su interior aún se conserva el sepulcro del Señor del Pazo de Brates, Alonso de Muñiz, cofundador del templo junto con los frailes agustinos Bartolomé de Taide, Pedro de Somogas y Bartolomé Lema.
Puente de Ribadiso
Destaca también el Puente de Ribadiso, compuesto por un único arco de medio punto y edificado con sillería de granito. Es una joya del medievo que se levanta sobre el río Iso y lugar de paso de los peregrinos.
La Fervenza das Hortas es otro de los imprescindibles si se visita Arzúa. Es conocida también como Santa Marta, por la leyenda de una joven que solía ir a moler al molino que hay en ese lugar. Se quedó embarazada de su novio, pero este la rechazó y la intentó asesinar tirándola desde lo alto de la cascada. Mientras caía, ella exclamó: «¡Santa Marta me auxilie!». Un roble amortiguó la caída y le salvó la vida. Leyenda o no, lo cierto es que es una de las cascadas más bonitas de Galicia. Supera los 25 metros de altura.
Esta ruta por Arzúa no podría culminar sin visitar el Centro de Divulgación del Queso y la Miel para conocer todos los secretos de los famosos productos de este municipio. Parada obligatoria también es el monumento en homenaje a las mujeres queixeiras de la localidad, que se encuentra en la plaza de Galicia. La obra del escultor compostelano Fernando García Blanco, que data de 1984, está realizada en piedra de granito sobre un base rectangular de losas de pizarra.