Imagen de una oficina de farmaciaEl Debate

Pontevedra convierte sus farmacias en puntos violeta para ayudar a mujeres víctimas de violencia machista

Es la primera provincia gallega en poner en marcha esta medida

Las farmacias de la provincia de Pontevedra darán un paso más en su compromiso social al convertirse en puntos violeta, espacios seguros y de atención directa para mujeres víctimas de violencia de género.

La iniciativa, presentada por el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra y la Subdelegación del Gobierno, busca implicar al personal farmacéutico como un agente activo en la detección, acompañamiento y derivación de posibles casos de violencia machista.

El proyecto se enmarca en la red nacional de puntos violeta, impulsada por el Ministerio de Igualdad, y convierte a Pontevedra en la primera provincia gallega en poner en marcha esta medida.

Formación y detección temprana

Durante la presentación, celebrada en la sede del Colegio de Farmacéuticos, la presidenta de la institución, Beatriz García Iglesias, destacó que la iniciativa se apoya en la formación del personal farmacéutico y en la transformación de las farmacias comunitarias en lugares de apoyo y protección.

«Queremos que cualquier mujer que entre en una farmacia sienta que está en un lugar seguro. Desde ahí podemos activar un protocolo de ayuda y contactar con todos los agentes intervinientes cuando se detectan casos de violencia», explicó García Iglesias.

Las farmacias adheridas al programa estarán identificadas con una pegatina visible de ‘Punto Violeta’, lo que permitirá a cualquier persona reconocerlas fácilmente como espacios de ayuda.

Además, se organizarán encuentros comarcales con todos los agentes implicados como lo son los sanitarios, fuerzas de seguridad y servicios sociales, para reforzar la coordinación y garantizar una respuesta rápida y eficaz ante posibles casos.

Un apoyo vital en el ámbito rural

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, puso en valor la dimensión territorial del proyecto, especialmente en el medio rural, donde las mujeres suelen tener más dificultades para acceder a los recursos de apoyo.

«Las farmacias son puntos de anclaje muy importantes en el rural. Están cerca de la gente, y eso las convierte en una herramienta clave para detectar y acompañar a víctimas que, muchas veces, no tienen otra vía de acceso a la ayuda», subrayó.

Losada recordó además que la Subdelegación ya ha instalado puntos violeta en oficinas del SEPE, en el aeropuerto de Vigo y en sedes de la Seguridad Social, reforzando así la red de espacios seguros en la provincia.