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Manolo Tebar, apicultor: «El mayor problema de las velutinas en Galicia son los nidos ocultos de las zarzas»

Esta especie invasora se cobró tres muertes el pasado mes de octubre en la comunidad autónoma

Ni la primavera desfavorable ni el incremento de los esfuerzos de la Administración y los apicultores han frenado a las velutinas en Galicia. Solo la empresa pública Seaga lleva retirados más de 16.400 nidos en lo que va de año y durante el mes de octubre, en menos de dos semanas, esta especie invasora se ha cobrado tres víctimas. Fallecieron en circunstancias similares, tras toparse accidentalmente con nidos ocultos mientras cazaban o desbrozaban fincas en zonas rurales de Lugo, Pontevedra y La Coruña.

Ramón José Picos Martínez, un concejal del PP de Irixoa (La Coruña), estaba subido a su tractor en una finca en Teijeiro, en el municipio de Curtis, cuando un enjambre de avispas asiáticas le sorprendió. Pese a la rápida movilización de los servicios sanitarios, incluyendo un helicóptero medicalizado, no se pudo hacer nada por salvar su vida. Su muerte y la de otros dos hombres en octubre han intensificado todavía más la preocupación ante este problema de salud pública por la naturaleza agresiva y la peligrosidad de sus picaduras.

«Hay temor por las velutinas, sobre todo, para la gente que es alérgica», reconoce, en conversación telefónica con El Debate, el apicultor Manolo Tebar. Este verano, en concreto en el mes de septiembre, se han percatado de la presencia de un aumento de los nidos. Se debe, en buena medida, a las condiciones climatológicas. «En inverno, las velutinas se mete en la cascara de los árboles y se quedan resguardadas hasta la primavera, que salen las reinas. Ponen los huevos y nacen las obreras y cuando estas son grandes, son las que hacen el nido», explica el experto a la vez que puntualiza que «cuanto mejor tiempo haya, los nidos son más grandes». El buen tiempo acelera el ciclo biológico y la actividad de las reinas y las obreras.

Pese a la alarma social, Tebar reconoce que las velutinas solo pican cuando se sienten atacadas. Para el experto, el mayor problema no está en los nidos que hacen en los árboles, que son más visibles, sino los que están en medio de las zarzas: «Cuando vas a desbrozar y sin querer le das a un nido y salen todas a picarte». De ahí que, desde que la velutina se instaló en España, principalmente en el norte, tenga mucha precaución y utilice de forma habitual el traje cuando hace este tipo de trabajos en el campo.

Cosechas escasas de miel

Para Tebar, la otra gran preocupación es que las abejas autóctonas temen salir de sus nidos por culpa de la proliferación de las velutinas. «No las dejan trabajar, ya no salen a partir de agosto porque se las comen. Ya no hay miel», lamenta.

No ve solución a este problema creciente porque las trampas no están funcionando. Aunque reconoce que la Administración está incremento los esfuerzos por minimizar la presencia de esta especie en Galicia, opina que no es suficiente: «Hay que estudiar la manera de deshacerse de ellas. Lo que hacemos ahora ayuda, pero no sirve. Es necesario invertir más».

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