Turistas en Santiago de Compostela
Santiago de Compostela aplicará la tasa turística desde el 1 de octubre: así afectará a visitantes y hoteles
Se aplicará a las estancias de entre uno y cinco días, con una cuantía que oscilará entre 1 y 2,5 euros por noche
La ciudad de Santiago de Compostela comenzará a aplicar la tasa turística a partir del próximo 1 de octubre, tras la aprobación definitiva de la ordenanza en el pleno municipal.
A partir de esa fecha, los establecimientos turísticos deberán empezar a cobrar este tributo, que se aplicará a las estancias de entre uno y cinco días, con una cuantía que oscilará entre 1 y 2,5 euros por noche, según recoge la normativa.
La medida salió adelante con los votos a favor del bipartito formado por BNG y Compostela Aberta, el PSOE y concejales no adscritos, mientras que el PP optó por la abstención. La concejala de Turismo, Míriam Louzao, defendió la iniciativa como un paso clave para garantizar un desarrollo turístico más equilibrado: «Hoy es un día crucial para el futuro de los vecinos de Compostela. Esta corporación da un paso decisivo para equilibrar los costes que genera la actividad turística en la ciudad».
La aprobación de esta ordenanza repite el mismo esquema de apoyos que ya obtuvo en mayo, aunque desde entonces se han introducido dos modificaciones tras el periodo de alegaciones y reuniones con el sector hostelero. La primera es la fijación de la fecha exacta de entrada en vigor, que anteriormente dependía de la publicación oficial. La segunda establece un plazo de seis meses para la creación de la comisión de seguimiento, que asumirá el Foro de Turismo Sostenible.
Este foro estará compuesto por representantes del Ayuntamiento, del sector turístico y de asociaciones vecinales, y su labor será supervisar el destino de la recaudación, de la cual el 80 % deberá destinarse a acciones de turismo sostenible, tal como estipula la ley. Además, será en ese espacio donde se debatirá la posible implantación de una tasa al excursionismo.
Cabe destacar que esta tasa no es exclusiva de Santiago, sino una recarga sobre el impuesto gallego de estancias turísticas, creado por la Xunta a petición del propio Ayuntamiento. Galicia abre así la puerta a que otros municipios también lo apliquen, en busca de un turismo más responsable y sostenible.
Con esta medida, Santiago de Compostela se suma al grupo de destinos que apuestan por regular el turismo mediante mecanismos fiscales que permitan compensar los efectos de la masificación turística y financiar mejoras en servicios e infraestructuras.
