El Realejo
Córdoba pierde población al duplicar las muertes a los nacimientos
En una década la caída acumulada supera el 30 %, pero las defunciones se han mantenido elevadas
La provincia de Córdoba ha experimentado en el primer semestre de 2025 un retroceso poblacional significativo. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y junio nacieron 2.563 bebés, mientras que fallecieron 4.947 personas. La diferencia deja un saldo natural negativo de casi 2.400 habitantes, lo que ha reducido el padrón provincial de 773.075 inscritos en enero a 770.692 el 1 de julio, es decir, 2.383 personas menos en apenas seis meses.
La tendencia no es algo coyuntural sino que persiste en el tiempo. El número de nacimientos en Córdoba ha descendido de manera continuada en los últimos años: 2.804 en 2021, 2.727 en 2022, 2.641 en 2023 y 2.616 en 2024, según el INE.
En una década, la caída acumulada supera el 30 %. En paralelo, las defunciones se han mantenido elevadas, con un aumento del 4 % en la primera mitad de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior. El resultado es un envejecimiento acelerado y una pérdida de relevo generacional que golpea especialmente en los pueblos de la provincia.
Personas mayores en un parque de Córdoba
Frente a esta realidad, las administraciones han desplegado diversas medidas de apoyo. El Ayuntamiento de Córdoba puso en marcha este año el Cheque Bebé, que concede 500 euros por cada nacimiento o adopción registrado entre enero y octubre. El plazo de solicitudes permanecerá abierto hasta el 15 de noviembre. Se trata de una ayuda destinada a afrontar los primeros gastos y a subrayar el valor social de cada nueva vida.
La Diputación de Córdoba ha reforzado sus convocatorias en los municipios menores de 5.000 habitantes, donde la despoblación es más intensa. En lo que va de 2025 se han aprobado inicialmente 459 ayudas de 600 euros por familia, con una dotación de 285.000 euros. El presupuesto destinado a estas políticas ha crecido de manera notable en los últimos ejercicios, alcanzando ya el millón de euros.
En el plano autonómico, la Junta de Andalucía aprobó en julio la primera Estrategia frente al Desafío Demográfico 2025-2030, que combina deducciones fiscales de hasta 400 euros por hijo en municipios rurales, programas de vivienda protegida y medidas de conciliación laboral y familiar. El plan busca no solo frenar la pérdida de población, sino también crear condiciones de estabilidad para que los jóvenes puedan formar un proyecto de vida en su tierra.
El reto al que se enfrenta Córdoba es mayúsculo: detener la sangría demográfica y recuperar la confianza en el futuro. Más allá de las cifras, cada nacimiento es recibido como una señal de esperanza y un signo de continuidad. Sostener a las familias y valorar la vida se convierte, en este contexto, en la clave para preservar la cohesión social y garantizar el porvenir de pueblos y ciudades.
La Iglesia, voz constante frente a la baja natalidad
En 2017, el prelado advirtió del «invierno demográfico» que afecta a España tras décadas con uno de los índices de natalidad más bajos del mundo, lo que calificó como un «cataclismo» que exige un compromiso conjunto de familias, autoridades y sociedad.
Más recientemente, en 2023, insistió desde una de sus cartas pastorales en la familia como «cuna de educación al amor», denunciando la mentalidad «antinatalista y antivida» imperante y reclamando que se apoye a la familia como ámbito natural de transmisión de la vida y la fe.
Desde esa perspectiva, la Iglesia ha mantenido una posición clara: defender la vida y sostener a las madres en dificultades, subrayando que sin hijos no hay relevo generacional ni futuro para la sociedad.