Un ejemplo de los Patios de Bodega de Montilla

Un ejemplo de los Patios de Bodega de MontillaLa Voz

Las bodegas ( y las historias) de la campiña cordobesa que han cautivado a National Geographic

La cultura alrededor de la DO Montilla-Moriles no deja de ganar adeptos

A escasa media hora en coche de Córdoba encontramos la bodega más antigua de Andalucía y una de las Denominaciones de Origen vinícolas más importante de nuestro país: Montilla-Moriles.

La tierra del vino de la provincia, que da trabajo a una parte muy importante de la localidad montillana y alrededores, es una auténtica joya en todos los sentidos y gracias al enoturismo (turismo alrededor de los espacios productores de vino), la zona ya no vive sólo de la producción, sino también de la visita a las bodegas, las rutas, experiencias gastronómicas y eventos entorno a sus caldos.

Y de ello ( y de la calidad de sus vinos) se ha hecho eco la prestigiosa publicación de viajes enamorándose de cinco bodegas visitables.

Primera parada: Lagar Blanco, nacido en 1959, y «con unas de las mejores vistas de toda la sierra». A los mandos de este lugar está Miguel Cruz Gálvez «quien ha tomado el relevo tanto en las elaboraciones como en lo que se refiere al enoturismo». Todas sus actividades (visitas guiadas para conocer la elaboración de los vinos, catas dirigidas y almuerzos) las tachan de «excelentes».

Algo más abajo y hacia la cara este del Cerro Macho están el Lagar La Primilla y Los Raigones con «un pasado en común, pues pertenecieron a la misma familia»y donde Charo Jiménez es la encargada del enoturismo y de «contar historias».

Todas ellas "tienen que ver con la vida tradicional en los lagares, donde no solo se elaboraba el vino sino que vivían las familias. Como en el resto, uno de los espacios fundamentales de las visitas es la sala de tinajas. «Hasta hace poco, el vino de tinaja no se comercializaba. Era simplemente el vino base para el sistema de criaderas y soleras, y solo se bebía en el lagar», explica.

Nuevos proyectos

Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y en el sector vinícola, también, brindándole a la DO una constante transformación y (r)evolución.

Un claro ejemplo es la siguiente bodega elegida por National Geographic, El Lagar Cañada Navarro, gestionada por los hijos de los fundadores con un proyecto forjado en los últimos años: Los Insensatos de la Antehojuela. «Se trata de una re-evolución en la manera de entender los vinos de Montilla-Moriles». «Desde el punto de vista enológico, el resultado son vinos que están siendo reconocidos en todo el mundo y que han entrado en las cartas de los mejores restaurantes».

Por último, un lagar que no deja a nadie indiferente y que está dando mucho de que hablar: la Cabriñana, la Bodega Rockera, «otro proyecto que le da a esta sierra de Montilla un toque aún más único». «Para probar el mosto del año, mi abuelo invitaba a unos cuantos amigos y cada uno traía algo para comer. Ese es el germen del MostoRock que puso en marcha luego mi tío, un festival en el que seguimos homenajeando al vino nuevo, pero ahora a ritmo de rock».

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