«Hemos defendido nuestros derechos, lógicamente, y hasta este momento nadie nos los ha quitado»

En el transcurso de una ceremonia, cuya vistosidad está en relación directa con su importancia, ayer tomaba posesión como nuevo deán presidente del Cabildo Catedral el hasta ahora canónigo doctoral, Joaquín Alberto Nieva. Lo hacía de forma «real, quieta y pacífica», como señala el ritual, en el primero de los sitiales del coro catedralicio. Así lo decidieron los canónigos en votación el pasado 4 de enero fue elegido por sus compañeros como presidente de la institución y al ser aprobado el nombramiento por el obispo se le añadió la dignidad de deán. De este modo, este sacerdote lucentino, el más joven que ha ocupado el cargo en los últimos tiempos, se pone al frente del primer templo de la Diócesis que, además, es un monumento que genera una riqueza inmensa a su alrededor, que no genera emisiones contaminantes de ningún tipo y, encima, en totalmente accesible.

Nieva es, y va a seguir siéndolo, párroco de San Francisco. Pero también ha sido cura de pueblo y le brota la sonrisa cuando recuerda su paso por Cardeña, Conquista, Azuel, Venta del Charco o La Carlota y sus diversos departamentos.

Fue el obispo Javier Martínez quien lo envió en 1998 a Roma a la Pontificia Universidad Lateranense estudiar Derecho Canónico. Con el doctorado bajo el brazo comienza a dar clase en el Seminario de San Pelagio y el obispo Juan José Asenjo lo nombra secretario canciller del Obispado. El entonces arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, lo elige como juez del Tribunal Eclesiástico interdiocesano, cargo que ocupa de 2004 a 2013, cuando pasa a ser promotor de justicia en el Tribunal de la Rota en Madrid.

Tras la timidez que a primera vista pueda traslucir Joaquín Alberto Nieva, está la figura del autor de varios libros, de numerosos artículos científicos, profesor o conferenciante en Chile o Nicaragua. Además, por si fuera poco, fue ordenado sacerdote en 1993 por San Juan Pablo II.

- Según los estatutos, cada cuatro años se tiene que someter a votación la elección de un nuevo presidente. Ya correspondía al cumplirse el cuarto año de la elección de don Manuel. Se ha hecho con toda normalidad: se convoca y se hace la votación, que está muy reglada. Se realizan hasta tres votaciones y, como digo, se han desarrollado con total normalidad. Hay muy buen ambiente entre los compañeros sacerdotes. El resultado se le comunicó al obispo y el obispo ha confirmado. El Cabildo elige y el obispo confirma el cargo de presidente.

- Voy a cumplir los 30 años de sacerdocio y son tres décadas de trayectoria con una experiencia muy variada, desde párroco en los pequeños pueblos de la Sierra, pasando por mi labor como profesor de enseñanza media, con años de estudio en Roma (Derecho Canónico) y posteriormente nombrado párroco de San Francisco y San Eulogio y profesor del Seminario. Don Juan José Asenjo me nombró canciller, secretario general del Obispado, y al arzobispo de Sevilla se le pidió que fuera nombrado juez del Tribunal Eclesiástico interdiocesano. En 2013 me reclamaron del Tribunal de la Rota y fui nombrado promotor de justicia, que es un papel similar al de un fiscal. He intervenido en procesos de beatificación y canonización, me incorporé al centro Victoria Díez como profesor y he impartido clases de Derecho Canónico en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso. He compaginado todo eso con la parroquia de San Francisco, que para mí es lo más importante en el sentido de que, como sacerdote y pastor, desarrollo mi ministerio con una atención principal. Una parroquia con mucha solera, muy antigua, con tres cofradías muy importantes, con mucha vitalidad y nueve comunidades neocatecumenales. Como canónigo doctoral, desde 2008 estoy encargado de todos los asuntos jurídicos de la Catedral.

- Creo que en principio se tiene que dar la continuidad. Esa es una manera muy gráfica y sencilla de expresar, con estas tres dimensiones, la estructura -que es mucho más compleja-, el funcionamiento y la finalidad del Cabildo. Así se resume de una manera que todo el mundo pueda comprenderlo rápidamente. Y las tres dimensiones son esenciales. La del culto, porque es la Catedral de los cordobeses desde hace casi 800 años. Nuestra función principal es cuidar el culto, dignificarlo y que sea acorde con la importancia de este templo. Todos los cordobeses católicos han podido experimentar en estos años cómo ha habido un aumento notabilísimo del culto. Hay que agradecerle a don Demetrio que él haya querido darle a esto prioridad en su tarea pastoral, de manera que todos los domingos y todas las celebraciones principales son presididas por el obispo. Eso hace que la Catedral, como sede del obispo, sea lo que tiene que ser; el lugar donde el obispo enseña y donde santifica a los fieles. Con el obispo al frente se han promovido en estos años infinidad de actos que han atraído a la Catedral a cientos de miles de fieles, y con esa dimensión del culto creo que hemos avanzado muchísimo y creo que podremos seguir avanzando. La retransmisión de las celebraciones litúrgicas le han dado una proyección internacional. Nos consta que son seguidas por fieles de todo el mundo, y esto quiere decir que el culto de la Catedral trasciende la geografía provincial diocesana o nacional, y es también en la actualidad un valor añadido que desde cualquier parte del mundo se pueda participar de las solemnes liturgias de nuestra Catedral. Mantener esto e incluso aumentarlo redundará en bien de la entidad de este edificio como templo católico y como Catedral de Córdoba.

El campo de la cultura también lo hemos cuidado muchísimo. Sabemos que este edificio, además de Catedral es Mezquita Catedral, Patrimonio de la Humanidad y de excepcional valor universal. Somos conscientes desde el primer momento, desde San Fernando, que quiso conservar este edificio, lo entrega a la Iglesia y lo pone en manos de quien desde entonces lo ha cuidado: este Cabildo Catedral. Los que nos precedieron y ahora en esta última etapa hemos sido conscientes de que este edificio es muy valioso por su aspecto cultural, histórico y artístico como monumento. En eso estamos trabajando conforme a la legalidad y de la mano de las autoridades competentes, bajo el marco jurídico de la Ley de Patrimonio Histórico Español y andaluz. El edificio se encuentra en un estado magnífico y seguimos con muchas iniciativas para continuar con la labor de conservación y mejora. Tenemos proyectos como el de la restauración de las cúpulas -la macsura y la zona del mihrab-, o la restauración de la Capilla Real, y hacer que este edificio cumpla una función para todo el mundo. No solo como Catedral para los católicos, sino que es un edificio abierto para que pueda ser disfrutado por los turistas. Promovemos, así mismo, muchas actividades culturales a través del Foro Osio, actividades de diversa índole que se desarrollan al amparo del Cabildo y en ocasiones en la misma Mezquita Catedral, como la exposición ‘Cambio de era’. También acogemos y promovemos conciertos y otros actos similares que sean acordes con la naturaleza religiosa del edificio. Atendemos, en la medida de lo posible, a las instituciones académicas o de tipo cultural que nos solicitan colaboración, y en eso el ambiente de diálogo y relación es estupendo. Aquí lo mejor es estar muy unidos y que haya este ambiente de colaboración entre el Cabildo y las demás instituciones, por el bien de Córdoba y de la sociedad. Cuando valoramos la importancia de este templo lo hacemos poniéndolo a disposición de todo el mundo, de manera que todos los días pueden entrar todas las personas gratuitamente a las 8 y media de la mañana, de lunes a sábado. Nuestro deseo es que todo el mundo vea y disfrute el edificio, sin diferencias de razas, religión o lenguas. La gestión del Cabildo ha permitido que aumente el número de visitantes en los últimos años de manera significativa, salvo el paréntesis de la pandemia, lógicamente. Por otra parte la Unesco ha reconocido cómo la gestión del Cabildo, en el cuidado del edificio, hace que conserve su integridad y su autenticidad.

Destacaría también el que Trypadvisor, desde el año 2015, ha ido de manera creciente reconociendo a la Mezquita Catedral, que ha estado escalando puestos hasta colocarse la primera. Este verano mismo fuimos reconocidos como ‘The best of the best’ -Lo mejor de lo mejor-, y eso nos tiene que alegrar a todos, porque redunda en bien de todos los cordobeses, no solo del Cabildo o de la Iglesia.

- Que es otra dimensión que nosotros venimos también potenciando, como siempre ha hecho la Iglesia, porque el servicio a las personas más necesitadas está en las entrañas del Evangelio. Por lo tanto, el Cabildo, desde hace siglos, tiene instituciones de tipo académico, para afrontar la educación de los más pobres y ahora, más recientemente, el Cabildo viene colaborando para llevar a cabo una labor de tipo social y caritativa. Lo hemos seguido cultivando, potenciando y ampliando, de manera que es una prioridad, y queremos seguir en esa línea. Una parte de los ingresos que recibe el Cabildo revierte en los más necesitados. Es verdad que durante un tiempo tampoco publicitamos esto mucho por aquello de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, pero hemos visto que es mejor dar a conocer todas estas ayuda, y que la sociedad cordobesa sepa que el Cabildo es una institución que está muy atenta a grupos sociales vulnerables y personas que se encuentren en situación de marginación.

- En estos momentos las relaciones del Cabildo con las instituciones públicas son muy buenas, fluidas y bastante frecuentes. De manera que hay puentes tendidos por los que vamos y venimos, se realizan consultas y peticiones. Procuramos sentarnos para hablar los temas y así lo hemos hecho con las autoridades de Madrid, del Gobierno central, con quienes hemos tratado los asuntos de manera cordial y con rigor. Lo mismo nos pasa en estos momentos con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Con el resto de instituciones también tenemos unas relaciones estupendas como con la Universidad o la Academia. Las relaciones, por nuestra parte, pretenden ser cordiales y de colaboración. Es como queremos seguir haciéndolo. Lo único que pedimos es que el respeto que tenemos hacia todas las instituciones también se tenga con nosotros.

- Nosotros hemos tenido que responder a distintos requerimientos que se nos han hecho con respecto a la titularidad, la gestión o la conservación. Cuando se nos han pedido explicaciones sobre asuntos que tenían totalmente confundida a la opinión pública, en el ámbito institucional hemos entablado un diálogo con quien había que entablarlo, tanto con el Ministerio de Cultura como con la Junta de Andalucía. Hemos defendido nuestros derechos, lógicamente, y hasta este momento nadie nos los ha quitado. Es ‘a la defensiva’ en cuanto que se han cuestionado algunos aspectos y hemos sido acusados. Y de manera oficial, si por medio de las instituciones competentes se nos han pedido explicaciones, nosotros hemos respondido.

- Como sabéis, el Gobierno dio a conocer ese anteproyecto de reforma de la Ley de Patrimonio Histórico Español y concedió un tiempo muy breve, sorprendentemente breve, para presentar alegaciones u observaciones a ese anteproyecto. Nosotros, como Cabildo y en unión con el obispo, presentamos observaciones a ese anteproyecto de ley mostrando nuestra disconformidad con algunos de sus artículos. Quizá, y en conjunto, la intención es actualizar algunos campos del ámbito patrimonial y supongo que en algunos aspectos, que yo desconozco, sea necesario y conveniente hacer una reforma, porque para eso se hace, entiendo, un anteproyecto de ley. Nosotros lo que quisimos explicar es que en el campo concreto de la gestión de edificios que son patrimonio mundial, como es la Mezquita Catedral, no es necesaria una reforma, y menos en los términos que proponía el anteproyecto de ley. En el artículo 25 introducía el Gobierno una novedad que no está justificada, puesto que ahora mismo en España ningún edificio patrimonio mundial, que yo sepa, está en peligro de entrar en la lista que tiene la Unesco sobre edificios en riesgo de perder sus valores como patrimonio. La justificación del Gobierno era impedir que los edificios perdieran esa condición y para ello, imponer un patronato de gestión gubernamental que dependiera del Ministerio de Cultura. En este momento no hay que cambiar el sistema actual porque está funcionando estupendamente. Desde luego en Córdoba no hay ningún peligro, y no dicho por nosotros, sino por la Unesco en 2014, que valoraba que este edificio está perfectamente conservado y mantienen sus valores, su integridad y autenticidad.

- Nosotros hemos cumplido lo que se nos pedía, que era elaborar el plan director del monumento. Lo hemos entregado a la Junta de Andalucía, que lo está estudiando, y estamos a la espera de que la Junta proceda a su aprobación. Una vez aprobado, es la que marca las líneas de actuación. Pero de momento no hemos tenido noticias al respecto. Oficialmente no se nos ha dicho nada.

- Sí, está en la línea de continuidad que decía antes. Tenemos necesidades de restauración que se van presentando, se van elaborando proyectos que son muy complejos. En la medida que se van aprobando se obtienen todas las licencias de Cultura y de Urbanismo para su ejecución. En esa línea, hay proyectos que venimos arrastrando desde hace diez o doce años, como es la restauración de la cúpula de la macsura o la Capilla Real. Todo eso está contemplado en este plan director, en el que se marcan líneas para seguir adelante. El plan formaliza lo que se venía haciendo y también lo encauza, sabiendo que después de su aprobación por parte de la Junta, cada proyecto debe ser individualmente aprobado.

- Esperamos que nos digan también cómo hay que proceder, en el sentido de que la vía judicial se extinguió. Se ha ejecutado la sentencia, se ha declarado nula la licencia que concedió la Junta de Andalucía y hemos actuado conforme a derecho. Hemos pedido la licencia, nos fue dada por la Consejería de Cultura, previa consulta que quiso hacer [la entonces consejera] Rosa Aguilar a la Unesco, y con el visto bueno de la Unesco se dio ese permiso, y después, como sabéis, fue denunciada por la familia de Rafael de La-Hoz. La sentencia fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y el recurso que se presentó no fue admitido por el Tribunal Supremo. La Junta de Andalucía ejecuta la sentencia y este tema, en diálogo con la Junta, está incluido necesariamente en el Plan Director. Es todo un proyecto de restauración del muro norte, que también viene arrastrándose desde hace muchos años. Un objetivo que es complejo y al que hay que añadir otra complejidad que es saber qué va a suceder con ese hueco que ha quedado ahora mismo sin puerta. No hay ninguna novedad y es un asunto ciertamente complejo ya que el discurrir de los acontecimientos nos lleva a una situación en la que hay que buscar una solución que no será fácil.