Dos fiestas están próximas en el calendario de septiembre: el día 14 se celebra la fiesta de la Santa Cruz y al día siguiente, 15, la Virgen de los Dolores, lo que puede llevar a error a algunos lectores, ya que es mayo el mes en el que se conmemora la fiesta de la Cruz y como antesala de la Semana Santa, el Viernes de Dolores la de la Virgen. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, lo aclara en su carta pastoral de esta semana : « Es tan fuerte el arraigo de tales fiestas, que en nuestro contexto continúan celebrándose según al anterior calendario: la Cruz de mayo en torno al 3 de mayo y el viernes de Dolores, el viernes anterior al domingo de Ramos. Nunca está mal que se repitan, porque ambas pertenecen al núcleo de la fe y de la vida cristiana».
Pero una vez aclarada esta circunstancia, que por otra parte enriquece la celebración - en una parte importante de las parroquias de la diócesis las fiestas principales giran en torno al Santísimo Cristo, puntualiza el prelado- , monseñor aborda lo importante de la cuestión, que no es otra que el significado y la dimensión del símbolo de la Cruz, «el patíbulo de Cristo», donde empieza la vida verdadera, los pecados pierden su poder y el dolor solo es un camino superado finalmente por el amor absoluto que redime y salva a los hombres.
«Cuando adoramos la Cruz, no somos amantes del dolor por el dolor, sino que quedamos asombrados de tanto amor como el que se encierra en la Cruz de Cristo. Esta es la gran noticia que cambia el mundo, que el Hijo de Dios ha entrado de lleno en nuestra existencia humana y ha compartido nuestros sufrimientos. Más todavía, ha cargado con nuestros pecados, que son la causa de tantos sufrimientos en nosotros y en los demás», escribe el obispo.
La Cruz florida
Las flores son el símbolo que adornan la Cruz en esta festividad, porque si la cruz es patíbulo «también es fuente de vida». Una fuente de vida que encontramos así mismo en María, madre que siempre está junto a la Cruz. «Ahí, en ese momento culminante, Jesús nos ha dado a su Madre como madre nuestra», recuerda monseñor.
Finaliza la carta pastoral el obispo de Córdoba con el ruego de una oración por la Misión parroquial en Hinojosa del Duque, del 17 al 24. «Que el Cristo de las Injurias, tan venerado en el lugar, atraiga las miradas de todos los hinojoseños para convertir sus sufrimientos en cruces vividas con amor».