Un grupo de seminaristas reciben el Rito de Admisión, Lectorado y Acolitado

Un grupo de seminaristas reciben el Rito de Admisión, Lectorado y AcolitadoDiocesis de Cordoba

Carta pastoral

El Obispo de Córdoba llama a la oración por más vocaciones en el Día del Seminario

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En su carta pastoral de esta semana y con motivo del Día del Seminario, el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, insta a la comunidad católica a reflexionar sobre la necesidad imperante de contar con pastores que guíen el rebaño de la Iglesia. Bajo el lema «Padre, envíanos pastores», el Obispo señala la importancia de esta petición como una oración ferviente dirigida a Dios para proveer a la Iglesia de pastores según el corazón de Cristo.
Fernández subraya que la Iglesia no es una empresa humana, sino del Señor, y por tanto, la primera respuesta ante la necesidad de sacerdotes debe ser la oración. Citando las palabras de Mateo 9,37, recuerda la escasez de trabajadores para la mies del Señor y la importancia de implorar al Dueño de la mies por más vocaciones.
El prelado enfatiza que la carencia de pastores conlleva el riesgo de debilitar e incluso hacer desaparecer comunidades cristianas. Destaca que «solo los sacerdotes ordenados pueden celebrar la Eucaristía» y administrar el perdón de Dios, haciendo hincapié en que «esto no es clericalismo», sino la voluntad de Cristo para su Iglesia.
En un llamamiento a toda la comunidad católica, el Obispo invita a mantener la petición constante al Padre celestial para que envíe pastores, y alienta a las familias a fomentar la vocación sacerdotal entre sus miembros. También exhorta a promover esta necesidad en la catequesis parroquial y en todos los ámbitos católicos, así como a apoyar y acompañar a aquellos que manifiesten inclinación al sacerdocio.
Fernández reconoce el buen funcionamiento del Seminario de Córdoba pero pone el acento en la urgencia de más vocaciones para satisfacer las necesidades de la Iglesia. Concluye exhortando a orar por el Seminario, por los jóvenes que consideran esta vocación, y por la fidelidad de los sacerdotes al Señor, subrayando que esta necesidad es de primer orden y nadie puede suplirla.
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