Numerosos devotos acompañaron a la Virgen de la Sierra en la vuelta a su santuario
El pueblo de Cabra despide con nostalgia y amor a su divina Patrona
La Virgen de la Sierra, acompañada por una multitud de devotos, deja hasta un nuevo año la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles
El reloj marcaba las seis de la mañana y ya estaba a esas horas la Parroquia completamente llena de fieles que querían asistir a la misa de despedida de la Patrona egabrense. Cabra no duerme durante esta madrugada porque sabe que despedir a la Virgen es un cambio en el ritmo biológico y general de una ciudad que ha vivido un mes lleno de vida en todos los sectores, desde lo religioso a lo social.
En torno a las 7 de la mañana el cortejo ya alcanzaba la Plaza Vieja, centro neurálgico de la sociedad egabrense cada mes de septiembre. La Virgen caminaba a paso firme y enérgico, como cada año, camino del Hogar de las hermanitas de los ancianos desamparados, el mismo que lleva su nombre. Esta parada es la más emotiva dentro de la ciudad, allí la esperan muchas personas que con lágrimas en los ojos se despiden de Ella con la ilusión de volverla a ver el próximo 4 de septiembre.
Hogar de las hermanitas de los ancianos desamparados
En poco tiempo, llegaba la Virgen a la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo, la primera parada cuando baja y la última cuando sube hacia el picacho. Tras el canto de la salve tradicional, el pueblo que la llevaba y la portaba buscaba el paso a nivel. En ese momento, con los nervios a flor de piel y la concentración por parte de sus costaleros para afrontar el agreste camino, se le colocaban a las andas los cordeles multicolor que iban a permitir, ayudar a los costaleros en la subida. Unos cordeles que son llevados e impulsados por más de 60 personas.
Al alba de este 5 de octubre, la Virgen miraba hacia el hospital Infanta Margarita antes de tomar el camino viejo, pisar ese suelo entre olivos centenarios que cobijaban y ocultaban el sol de un calurosa mañana de octubre es una experiencia única.
Es muy difícil encontrar un acto de entrega y amor tan grande como el que se vive en la Romería del Costalero de la Virgen de la Sierra cada año. Las empinadas cuestas hasta Góngora, donde falta el aire y flaquean las fuerzas de los costaleros, hombres y mujeres que se entregan por entero a esta misión.
La Virgen de la Sierra en su discurrir por las calles de Cabra
Las mujeres esperan su turno para cargar con su hombro el peso de la Divina Serrana en la Salve durante unos minutos. Parada de rigor y los cientos de personas que la acompañaban ya se dirigían a «Los Colchones». A partir de ese momento, se produce una unión, casi incomprensible, entre todos los que rodean a la Virgen, sin preparación previa, sólo el auxilio y la ayuda de unos a otros, de padres a hijos, de amigos a hermanos, de mayores a jóvenes, se hacen uno para subir «La Cuesta de las Promesas», en un alarde de poderío físico y bajo el aliento de la Santísima Virgen, vuelan hacia el reposo de «La Viñuela». Una subida con parada en el peñón de la beata y un breve descanso en el único llano que encuentras entre encinas y chaparros. Sin aliento, sin fuerzas, sólo con el abrazo del hermano que te acompaña, la Virgen llega a la Viñuela y entre lágrimas, abrazos, dolor, recuerdos y esperanzas todo se va consumando.
La Virgen de la Sierra acariciada por el sol de la mañana
Eran las once y veinte de la mañana, antes del Ángelus, cuando la Virgen entraba a su santuario entre vivas, alabanzas y emoción para reinar desde su peana de mármol durante el próximo año.
La Virgen de la Sierra ultimando el camino hacia el santuario
En este 2025 que estamos viviendo se cumplen 50 años de la fundación de la Hermandad de San Rodrigo Mártir-Costaleros de la Virgen de la Sierra, una romería que cumple medio siglo y en la que se han recordado a hombres y mujeres que lo dieron todo por mantener el arraigo entre los egabrenses para que a la Virgen nunca le faltaran hombres para llevarla en cada una de sus visitas a Cabra.
La Archicofradía también ha comunicado en sus canales públicos e internos que el interior del santuario ha sido remodelado y recolocadas algunas de las sagradas imágenes propiedad de la propia cofradía, entre ellos el Rey San Fernando y San Isidro, incluyendo mejoras en la red eléctrica y los revestimientos.
Cabra espera a un nuevo 4 de septiembre, la Virgen de la Sierra nos espera en su santuario cada día.