El parque de Los Villares ultima su cita con las Lágrimas de San Lorenzo
Cita con la lluvia de estrellas más popular del año en Córdoba: dónde ver las lágrimas de San Lorenzo en la sierra
En la noche de este martes se veran más de 100 meteoritos a la hora
En plena Sierra Morena, hay un lugar reserva starlight que se ha convertido año tras año en el lugar perfecto para disfrutar del fenómeno más popular del verano, las lágrimas de San Lorenzo, y que esta temporada repite por su escasa contaminación lumínica, Los Villares.
Aunque desde mediados de julio ya es posible observar perseidas desde el cielo cordobés, este fenómeno que se repite año tras año llegará a su culmen desde este martes el jueves 14 de agosto.
Concretamente, la mayor concentración se espera a las 22.00 horas del día 12, con un pico de unas 100 estrellas fugaces a la hora.
Qué hacer
Desde el centro de Visitantes del Parque de Los Villares, y con la experta naturalista Noelia Granados a la cabeza, realizarán la actividad «Senderismo nocturno y Perseidas, mitos y leyendas» a partir de las 20.00 horas, en las tres sesiones de los días 12, 13 y 14.
Todo comienza con una visita inicial al vecino Centro de Especies Irrecuperables, una actividad de senderismo nocturno y la charla ‘Senderismo nocturno & Perseidas, mitos y leyendas’, para aprender a identificar y reconocer algunas de las principales constelaciones y su historia bajo las estrellas fugaces.
Sí vas por libre y planeas perderte entre los senderos y los caminos de la sierra cordobesa, desde la Junta hacen un llamamiento a la prudencia para evitar todo riesgo de incendio y para recordar la necesidad de ser especialmente respetuosos con la naturaleza y no dejar residuos tras la visita.
Qué son las perseidas
Las popularmente conocidas como ‘Lágrimas de San Lorenzo’ son el resto del cometa Swift-Tuttle, un enorme astro de 25 kilómetros y que en cada órbita de 133 años va desintegrándose al acercarse al sol, dejando materiales que son apenas mayores de la cabeza de un alfiler y que entran en la atmósfera de la Tierra convirtiéndose en plasma en una fracción de segundo a una temperatura en torno a 5.000º C, a 180 kilómetros de altura y con una velocidad de 50 Km/seg, aunque en puntos particularmente afectados por la contaminación lumínica, como en las ciudades, hay que esperar a raros fragmentos mayores, del tamaño de un guisante para ver con claridad al meteorito convertirse en una estrella fugaz.
Este año sigue siendo uno de los mejores para disfrutar del fenómeno ya que el cometa pasó cerca de la Tierra en 1992, dejando una fuerte estela que aumentó aquel año el número de meteoritos hasta 400 a la hora, cifra que va bajando muy poco a poco conforme se ‘dispersan’ los restos de la cola del cometa hasta que vuelva a visitarnos en el 2125. Sin embargo, aún es alta la frecuencia de este 2025, con un pico de entre 100 y 200 meteoritos/hora, según las condiciones.