Vehículo clásico en Madrid

Vehículo clásico en Madrid

Movilidad  ¿Puede el Ayuntamiento cobrar el impuesto de circulación si me impide circular con mi vehículo?

El objetivo es disminuir la emisión de gases y así cambiar los hábitos evitando los desplazamientos innecesarios

La capital de España, Madrid, como en casi todos los ayuntamientos, obliga a los propietarios madrileños de vehículos a motor a pagar una tasa anual por circular con cada uno de sus vehículos residenciados en Madrid. Si una familia tiene dos coches se pagan dos tasas. El precio, también como en el resto del país, depende de la potencia fiscal del vehículo (dato que aparece en la ficha técnica), así como del tipo de vehículo y del espíritu confiscatorio de los mandamases municipales.
En muchos ayuntamientos, normalmente con pocos habitantes, donde los ciudadanos tienen verdadera capacidad de mandar en su propio pueblo, esta tasa no existe. Buen chorreo le caería al alcalde en el bar del pueblo si quisiese cobrar una tasa por circular por el interior del pueblo o siquiera soñase con prohibir la circulación de coches, tractores, con o sin remolque, por el interior de su municipio.
Además, tendría un voto de censura de los miembros de su propia formación, con apoyo de la oposición, y se tendría que retirar de la política. Un todoterreno de gasolina viejo paga una tasa de circulación de 224 €. Una cuarta parte del sueldo mensual de un trabajador poco cualificado.
Vehículos en la calle Gran Vía de Madrid

Vehículos en la calle Gran Vía de Madrid

¿Qué es una tasa?

Una tasa es un tributo cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen de derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario (el pagador del impuesto), cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los obligados tributarios o no se presten por el sector privado.
Un impuesto que, como indica su nombre, se paga por vivir en Madrid y por circular con un automóvil por la ciudad. Repetimos, se paga un impuesto por coche, no por conductor. ¿Qué pasa con este impuesto si el Ayuntamiento nos prohíbe o nos va a prohibir en un futuro próximo circular y aparcar nuestro coche en todo o en parte de Madrid?
El Gobierno ha puesto en marcha la Ley 7/2021 del 20 de mayo de cambio climático y transición energética por la que se limita la entrada de muchos vehículos en poblaciones de más de 50.000 habitantes. Su objetivo es disminuir la emisión de gases y reducir la intensidad del tráfico y así cambiar los hábitos evitando los desplazamientos innecesarios en coche. Es decir, mediante una medida coercitiva de carácter económico que, como casi siempre, va a castigar a los que menos tienen.
Los primeros vehículos a los que afecta esta nueva normativa son los que no tienen etiqueta de emisiones de la DGT (motores diésel anteriores a 2006 y gasolina de antes de 2000). Es decir casi 4 millones de los 11,5 millones de coches que circulan por las ciudades españolas, muchos de ellos en manos del sector de nuestra sociedad con menos capacidad económica. Estos vehículos ya no van a poder circular, lo que supone la inmovilización en un futuro próximo del 32 % de los vehículos por no tener la etiqueta de la DGT medioambiental.
Coche cásico en el centro de Madrid

Coche cásico en el centro de Madrid

¿Cuáles son estas etiquetas?

La mejor, la de lujo, es la Etiqueta 0. Con esta etiqueta se puede acceder a todas partes, incluso aparcar gratis en zona de estacionamiento regulado. Recordemos que los coches con etiqueta 0 son los eléctricos y los híbridos enchufables que igualen o superen los 40 km de autonomía eléctrica. Un Tesla eléctrico de gama media cuesta 50.000 €. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2020, el salario medio mensual bruto en España fue de 2.038,6 euros. El salario medio de las mujeres en 2021 fue de 1.883,4 euros al mes, mientras que el de los hombres alcanzó los 2.276,9 euros.
Etiqueta ECO: es la de los vehículos híbridos con autonomía eléctrica inferior a 40 km, para todos los microhíbridos y para todos aquellos que puedan funcionar con Gas Natural Comprimido (GNC) o Gas Licuado de Petróleo (GLP). Con la etiqueta ECO tienes, al menos de momento, los mismos privilegios que con la 0, con la salvedad de dos beneficios importantes: no puedes circular por los carriles BUS-VAO y sí puedes aparcar dentro de las Zonas Baja Emisiones (ZBE), pero pagando.
Etiqueta C: es la etiqueta más habitual en el parque automovilístico español. Casi todos los coches nuevos la llevan, así como los gasolina que cumplan una normativa igual o superior a la EURO IV (en la práctica, los matriculados de enero de 2006 en adelante) y los diésel EURO VI (de septiembre de 2015 en adelante). Los automóviles con etiqueta C pueden acceder a las ZBE, pero no aparcar dentro de ellas (obligatorio en parking), mientras que fuera de las ZBE pueden circular con total libertad y también aparcar en zonas de estacionamiento regulado.
Por el momento existen cuatro tipo de etiquetas medioambientales

Por el momento existen cuatro tipo de etiquetas medioambientales

Etiqueta B: es la peor etiqueta dentro de las cuatro que hay. Es la adjudicada a vehículos de gasolina EURO III (de 2001 en adelante) y diésel EURO IV (de 2006 en adelante). No hay grandes diferencias en cuanto a restricciones de circulación respecto al distintivo C, pero con el tiempo la etiqueta B perderá privilegios mucho antes que la C. Aparcar en zonas de estacionamiento regulado con un vehículo con etiqueta B sale más caro que con un C, puesto que acarrea una penalización del 20 %.
Sin etiqueta (o etiqueta A), es la situación del 30 % de los automóviles que circulan por España. Estos son los vehículos que se están intentando retirar paulatinamente de las ciudades, aunque fuera de ellas no tendrán problema alguno a corto plazo. Son los coches de los españoles con menor capacidad adquisitiva o con más edad, que viven de una pensión, y que en su día compraron un buen coche en la esperanza de que fuese su último coche.
Aquí está el meollo de la cuestión. Lo lógico sería que si un vehículo sin etiqueta o con etiqueta A paga un impuesto tenga todos los derechos a que esta tasa da derecho. Si se les prohíben circular y aparcar por Madrid entonces sería también lógico que el citado vehículo quedase exento del impuesto de circulación. ¿Han pesando en esto los alcaldes y sus concejales? ¡Si no puedo aparcar y circular por la ciudad con mi coche viejo, no quiero pagar el impuesto de circulación!
Como es sabido, vivimos en una sociedad en la que la administración, los mal llamados poderes públicos, piensan que los ciudadanos son unas vacas que existen para ser ordeñadas y no unas personas a las que tiene la obligación de dar servicio, cuanto mejor y más barato sea posible.

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