La casa de los horrores fue denunciada desde 2015 y nadie hizo nada: «Mi padre me pegaba con un rodillo»

Los agentes encontraron este rodillo en la cocina de la casa de los horrores

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La casa de los horrores de Colmenar Viejo fue denunciada desde 2015 y nadie hizo nada: «Mi padre me pega con un rodillo»

El Debate accede a las diligencias policiales en las que se relatan malos tratos constantes a los que sometía a sus hijos menores un padre médico y su mujer

En enero de 2015, varios profesores de un colegio de Colmenar Viejo (Madrid), al que asistían tres menores de 3, 5 y 6 años, dan la voz de alarma: «Hay tres menores que acuden al centro con signos de lesiones», además tienen numerosas «faltas de asistencia al centro escolar». Todas estaban justificadas, pero por el padre que es médico de profesión y desarrolla su trabajo en urgencias de un hospital de Madrid. «Sin embargo, no existe seguimiento de los menores en un centro de atención primaria, sino que para ser tratados y diagnosticados, llevan a los niños al servicio de urgencias donde el padre trabaja».
En el 2016, una vecina de la familia llamó a la Guardia Civil: «Quiero denunciar lo que pasa en casa de mis vecinos. Uno de sus hijos falta mucho a clase y tiene golpes en la cara. Creo que sus padres no cuidan de él adecuadamente. Además, es muy extraño, porque las persianas están siempre bajadas».
En 2018, varios de los hijos del médico no aguantaron más y hablaron de lo que les estaba sucediendo. Les dijeron a los profesores que les pegaban. «Decían que les golpeaban tanto su padre como su madre y cuando les revisamos tenían marcas», comentó un docente. Cuando les preguntaban a los padres siempre hablaban de caídas y golpes fortuitos.
En febrero de ese mismo año saltaron todas las alarmas. Se detectó que uno de los niños tenía una gran herida. Señaló a sus padres como los responsables y se inició una investigación, pero finalmente el niño se retractó. En 2020, otro vecino de Colmenar Viejo llamó a la Guardia Civil para manifestar su preocupación por los menores.
Ese vecino contaba que habitualmente sentía y oía insultos, había falta de higiene en todos ellos. En alguna ocasión han dejado a alguna hija encerrada en el patio, dejándola durante horas. Había acumulación de basura que provocaba mal olor. El padre se muestra agresivo y les impiden relacionarse con otros niños de la urbanización

«Algo está pasando en la casa»

El año pasado, 2022, hasta la propia familia denunció el infierno de los pequeños. Los menores había ido a pasar unos días de vacaciones con su madre (sin su padre) a Salamanca donde vive familia. Un primo vio a los pequeños y quedó desconsolado: «Hay malos tratos del padre a los niños y del padre a la madre. He grabado un vídeo en el que dos de mis primos de 8 y 12 años reconocen que están asustados y reconocen que algo está pasando en la casa. He hablado con mi tía. Cuando llegó a Salamanca tenía la cara marcada, morada y las piernas llenas de heridas. Se fue a urgencias a que la vieran, pero no denunció malos tratos, explicó que eran caídas. La animamos a denunciar pero dijo que no. Veo a los niños con problemas psicológicos. Están muy mal. Me han contado que su padre les ha tenido encerrados en el sótano del chalet durante tres días sin comida ni agua». Y para acreditarlo, grabó un video a los menores. «El padre de los niños se está sacando el permiso de armas, dice que lo necesita, que España está invadida de moros».
Cuando se le preguntó a la madre por este testimonio, ella lo negó todo: «Mi marido no me ha pegado jamás. No tengo ningún problema con él. Tampoco pega a los niños, ni los encierra en el sótano. Tampoco tiene armas ni se está sacando el permiso».
Sin embargo, según la Guardia Civil: «Esta afirmación es falsa, pues en realidad su esposo obtuvo en diciembre de 2021 las licencias que le habilitan para tenencia y porte de armas de caza, estando en vigor en la actualidad».
Un sinfín de avisos, de alarmas, pero que no impedían el sufrimiento de los menores. Hasta que ha llegado la última del director del instituto, en 2023: esta es la que ha provocado la detención de los padres. «La alumna me ha contado que tiene miedo de ir a casa porque teme que le pegue su padre. Afirma que la semana pasada le pegó y no acudió al instituto porque tenía marcas en la cara. Le pegó con un rodillo de amasar», explicó el director.

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