Francisco Martín, el delegado del Gobierno que ve con buenos ojos los pactos con Bildu y las cargas en Ferraz

Durante su periodo en el cargo mantiene una política de choque y derribo frente a la Comunidad de Madrid para impedir que sea la principal resistencia del Gobierno de Sánchez

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, vuelve a estar en el foco de la opinión pública tras la protesta de este lunes en la sede del PSOE, en la calle Ferraz. Cientos de personas se concentraron para quejarse de la ley de amnistía con la que Pedro Sánchez pretende conseguir el apoyo de los partidos independentistas para su investidura.

En un momento dado, en lo que muchos consideran un acto desproporcionado, la Policía Nacional empezó a cargar contra los manifestantes con elementos antidisturbios como gases lacrimógenos. Los españoles que acudieron a esta concentración se quejaron en redes sociales sobre el trato de los agentes con los manifestantes.

Pero no es la primera vez que el delegado del Gobierno en Madrid protagoniza una polémica. En otra ocasión, la razón fueron unas declaraciones en la que defendía que «Bildu había hecho más por España que todos los patriotas de pulsera». Una frase que pronunció frente a ministros como el de Interior, Fernando Grande Marlaska, que ha destacado por la instrucción de causas contra la banda terrorista ETA.

Aguirre tiene 42 años y, antes de dar su salto a la política, se formó como ingeniero de montes al que se le suma un MBA en Comercio Internacional. Cuenta con una amplia experiencia en puestos de empresas públicas y privadas. En 2007, entró en Tragsatec, en el departamento de evaluación de evaluación de impacto ambiental.

Tras un periodo fuera de la empresa, volvió como en 2010 y alcanzó el puesto de jefe de gabinete de la presidencia del grupo y responsable de comunicación y relaciones institucionales.

Una carrera política cerca de Sánchez

Su carrera política comienza en 2009, cuando accede al cargo de asesor parlamentario en el Congreso de los Diputados, en concreto en las áreas de Medio Ambiente y Cambio Climático. Seis años más tarde, ascendió hasta la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE de Madrid y comienza a ser uno de los hombres más cercanos de Sánchez.

Su complicidad es tal que, en 2017, se convierte en el presidente de la asociación 'Bancal de Rosas', una entidad cuyo cometido era gestionar el crowfounding con el que Sánchez pretendía financiar su campaña electoral. El resultado fue todo un éxito ya que el líder socialista llegó a La Moncloa. Fue entonces cuando rodeó a Martín Aguirre de cargos de confianza.

Su otra etapa se centró en dirigir la caja del PSOE a través de la Dirección General de Administración y Finanzas. Entre 2018 y 2020 lideró el Gabinete Técnico de la Secretaría General de presidencia del Gobierno. Durante este periodo coordinó eventos tan mediáticos e ideológicos como la exhumación de los restos de Francisco Franco, una medida que ha vuelto a repetirse este año con el cuerpo de Primo de Rivera por orden del PSOE.

Hace dos años, en 2021, sustituyó a Félix Bolaños al frente de la Secretaría de la Presidencia del Gobierno. De esta manera se convertiría en el número tres del gabinete del presidente Sánchez. Durante este periodo, tal y como reveló El Debate, había sido beneficiario del Bono Social Térmico pese a su elevado sueldo de 114.263,24 euros al año.

Desde marzo de este año, ejerce el cargo de delegado del Gobierno en Madrid tras la salida de Mercedes González que ocupa ahora un puesto en la dirección en la Guardia Civil. A lo largo de este tiempo ha mantenido una política de choque y derribo frente a la Comunidad de Madrid para limitar su crecimiento e impedir que sea la principal resistencia del Gobierno de Sánchez.