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El Debate

La Crónica de Madrid

Mónica García aprovechará su puesto al frente de Sanidad para recrudecer la guerra del Gobierno contra Ayuso

«Es más activista que sanitaria», aseguran desde el entorno de la presidenta que esperan que Mónica García coloque entre sus objetivos el ataque a Ayuso

Mónica García ya es ministra de Sanidad. Su nombramiento y el puesto que ahora ocupa, la convierten en el altavoz perfecto para continuar avivando la guerra abierta que mantiene el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la dirigente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La relación entre ambas dirigentes siempre ha sido tensa. Los partidos que ambas representan y la diferencia de ideas convirtieron el diálogo entre ellas en un cruce de acusaciones. Generalmente, y dada su profesión, la líder de Más Madrid utilizaba la sanidad madrileña como arma arrojadiza contra Ayuso. Ahora, en un puesto de más poder y alcance mediático, se espera que este aspecto se intensifique.
«Es su estilo. Es más activista que sanitaria», afean fuentes del entorno de la presidenta madrileña que subrayan como, ya en estos primeros días, «se ha visto como está más en eso que en las cosas urgentes y graves».
Este aspecto supone una ventaja para Sánchez que ha convertido a Ayuso en uno de sus principales objetos políticos. Prueba de ello fue su discurso de investidura donde llegó a nombrar a la presidenta madrileña y «un posible caso de corrupción relacionado» con ella. La respuesta de la líder del PP de Madrid copó titulares por la respuesta de su equipo que aseguró que, en lugar de un insulto, había pronunciado «me gusta la fruta».
Desde Sol, apuntan que «ahora está en sus manos» cumplir con los propósitos que ha planteado durante los últimos meses y solucionar así los problemas nacionales de la Sanidad española.
Sin embargo, aunque no ha sido rentable para la izquierda, tanto García como otros líderes políticos han agitado a los sindicatos de sanitarios para que protesten sobre las condiciones de los profesionales que trabajan en la Comunidad de Madrid.
Díaz Ayuso y Mónica García volvieron a coincidir en el color elegido

Díaz Ayuso y Mónica García en la AsambleaEuropa Press

El pasado mes de febrero, la propia líder de la izquierda madrileña acudió junto a otros miembros de su partido a la manifestación convocada en protesta del sistema sanitario madrileño donde aseguró que la sanidad no aguantaba «cuatro años más de la negligencia programada de Ayuso». Sus palabras no surtieron efecto y Ayuso revalidó su puesto y consiguió una mayoría absoluta.

Carta a la ministra

El pasado miércoles, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, envió una carta a la nueva ministra de Sanidad exponiendo las necesidades de la región en materia sanitaria.
La Comunidad de Madrid considera «imprescindible» poner en marcha «a la mayor brevedad» una Estrategia Nacional de Recursos Humanos ante la falta de especialidades y reclama la necesidad de impulsar un aumento del número de plazas universitarias, recordando en este sentido que se tarda una media de diez años en formar a un profesional sanitario.
«Es apremiante que desde el Ministerio de Sanidad también se adopten medidas con carácter inmediato para resolver esta situación que afecta a toda España. Medidas que, desde luego, deben ir más allá de la aprobación del Real Decreto de Regulación de la Especialidad de Urgencias y Emergencias, que lejos de resolver el problema de las plazas de formación de Medicina de Familia y Comunitaria, puede llegar a agravarlo en los próximos años», argumentó la consejera.
En este sentido, apuntó como «indispensable» que Sanidad aprobase la creación de más plazas y acredite más centros de formación para poder contar también con más tutores. «Sin olvidar la revisión de la formación de esta especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria, que lleva parada desde 2018. Igualmente, también necesitamos que se impulse por parte del Gobierno de España, la convalidación de los títulos de los profesionales extracomunitarios que cuentan con demoras de hasta 5 años», recordó Matute.
Ahora, está en manos de García responder a estas peticiones para demostrar que su intención es, realmente, la mejora de la sanidad pública y no conseguir objetivos políticos que perjudiquen a la presidenta de la Comunidad de Madrid.
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