Cabeza gigante en el Retiro
¿Por qué hay una cabeza gigante sobre el parque del Retiro?
El proyecto llega por primera vez a España de la mano de Veranos de la Villa y está inspirado en el sueño que la artista Haruka Kojin
Tras convertir el Parque del Retiro de Madrid en el escenario del proyecto artístico 'masayume' (sueño que se hace realidad), el colectivo japonés [mé] llevará esta semana su propuesta a diferentes lugares de los distritos de Puente de Vallecas, Usera y Moncloa-Aravaca, dentro de la programación de Veranos de la Villa, donde el país asiático es el invitado de esta edición.
El proyecto, que hace flotar una gigantesca cabeza tridimensional en el paisaje urbano, invita a la reflexión sobre la existencia humana, según informa la organización de este festival organizado por el Ayuntamiento de la capital.
Una enorme cabeza anónima de una persona real –que ha sido elegida a través de un reclutamiento internacional abierto, sin distinción de edad, sexo o nacionalidad– sobrevuela Madrid. El rostro abrumador de alguien que podría ser cualquiera y que devuelve la mirada.
Este es el punto del que parte el colectivo de artistas nipones para lograr su objetivo, confirmar la forma de ser de las personas, visualizándolo como parte del paisaje.
El proyecto llega por primera vez a España de la mano de Veranos de la Villa y está inspirado en el sueño que la artista Haruka Kojin tuvo a los doce años.
El colectivo japonés está formado, además de por la artista Haruka Kojin, por el director Kenji Minamigawa y por el jefe técnico Hirofumi Masui, un grupo artístico que, a través de sus instalaciones que manipulan la percepción del mundo físico, busca provocar una nueva conciencia sobre el mundo.
'Masayume' se enmarca dentro de la programación de Japón como país invitado de Veranos de la Villa, donde esta semana el público también podrá disfrutar de Arte, pasión y solera los días 14 y 15 de agosto en el Patio Central de Centro de Cultura Contemporánea Condeduque.
Un montaje que nace como intento de encontrar puntos en común entre las disciplinas del flamenco y del kabuki –con la participación especial del conocido actor Kazutaro Nakamura–, y crear así una nueva forma de arte fusionando las tradiciones de ambos.
Formado por diez escenas, no cuenta con una historia específica, pero encuentra un lenguaje común que trasciende fronteras, subraya la organización.