Irene Montero se graba un vídeo pidiendo dinero para la taberna de Iglesias a falta de recaudar cerca del 40 %

La eurodiputada de Podemos Irene Montero se ha grabado un vídeo para pedir dinero a sus seguidores para ampliar la taberna Garibaldi, de la que es socio su pareja y padre de sus tres hijos, Pablo Iglesias.

El fundador de la formación morada abrió hace días un crowdfunding con el que aspira a recolectar 146.996 euros para cambiar su taberna, ubicada en el madrileño barrio de Lavapiés, a un local más grande en el centro de la ciudad.

A falta de 23 días para que se cierre la primera ronda de financiación, Iglesias ha recaudado un total de 86.540 euros, lo que equivale a un 62 % de la cantidad mínima que quiere recaudar, fijada en los 137.996 euros. Aunque la cifra «óptima» a la que aspira es de esos 146.996 euros.

Así las cosas, el exvicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez ha compartido en sus redes sociales un vídeo de Montero en el que esta comienza, en tono de broma, diciendo que Pablo Iglesias «canta mal». Esta referencia a las dotes de canto del expolítico viene porque, entre los incentivos para que la gente se anime a donar más dinero, se encuentra el recibir, a partir de una aportación de 250 euros, un vídeo de Iglesias y sus socios cantando una canción. Cabe subrayar que tan sólo 37 personas de las 1.963 que han aportado han donado esta cantidad.

«Amigas, amigos, amigues no lo hagáis por las canciones porque además Pablo Iglesias no canta tan bien. Pero apoyad a la Taberna Garibaldi porque es un espacio de encuentro, es un espacio donde nunca sentirnos solas. Donde vayas a la hora que vayas vas a encontrarte con amigos, con compañeros para pasar un buen rato», sostiene la eurodiputada en el vídeo, de poco más de un minuto.

Pero, sobre todo, según Montero, hay que dar dinero a la taberna porque es un lugar donde «recordar que pensar como pensamos, militar y querer transformar el mundo es una de las cosas de las que más orgullosas podemos estar».

«La victoria de nuestros adversarios no tiene que ver sólo con que tengan más poder. Tiene que ver, sobre todo, con que permanentemente nos dicen que ser de izquierdas, ser antifascista, ser feminista, ser antirracista, está mal y es algo de lo que avergonzarnos. Que coger una pancarta, es algo de lo que avergonzarnos. Que compartir espacios de cuidado común es algo de lo que avergonzarnos. Y su derrota empieza cuando, en lugar de avergonzadas, nos sentimos juntas y orgullosas de ser lo que somos», agrega.