La izquierda apoyaría proteger el monumento «Los caídos» de Chamartín si se eliminan «elementos franquistas»

El Pleno del distrito de Chamartín rechazó este miércoles instar al Gobierno de la Comunidad de Madrid a declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el monumento «Los caídos», ubicado en la plaza del Duque de Pastrana de la capital. Se trataba de una propuesta de Vox que, finalmente, fue el único grupo que votó a favor, mientras que PP, PSOE y Más Madrid, votaron en contra.

Los populares justificaron el sentido de su voto con que de los cuatro monumentos conmemorativos a los caídos por España que hay en Madrid, ninguno es Bien de Interés Cultural. Además, el vocal Pedro Blesa recordó que este monumento ya goza de la categoría de Bien de Interés Patrimonial.

Por su parte, desde el PSOE explicaron que se ven en la obligación de votar en contra, puesto que el monumento cuenta con elementos «franquistas» que contravienen, a su juicio, la Ley de Memoria Democrática. Con todo, se abrieron a que si esos elementos desaparecen y el monumento se convierte en «un verdadero homenaje a todos los caídos», podrían apoyar la propuesta de los de Santiago Abascal.

Esos dos elementos a los que se refirió el vocal socialista Daniel Expósito son la inscripción «José Antonio» que puede leerse en el conjunto que, afirmó, aún sin apellidos «todo el mundo sabe a quién se refiere, tal es la carga simbólica de ese nombre en España» y la inscripción «Nuestra sangre no consiente el olvido, la esterilidad ni la traición».

Para Más Madrid se trata de un monumento «claramente franquista» y la vocal Alicia García pidió que se incluyera una inscripción por los caídos «por la libertad y la república» para apoyar la propuesta de Vox.

Homenaje a todos los caídos

El portavoz de Vox en el distrito de Chamartín, Ignacio Bautista, defendió que se trata de un monumento que honra la memoria de «todos los caídos, sin excepción, a lo largo de las incontables guerras civiles que han existido en España».

Bautista recordó que aunque, ciertamente, en su origen en 1946, el monumento era un homenaje a «los caídos por Dios y por España» en Chamartín de la Rosa donde, apuntó, «existieron numerosas checas en las que se mató a mucha gente», ese sentido inicial fue resignificado en el año 2000 cuando, durante el gobierno de José María Álvarez del Manzano, el monumento fue resignificado y reabrió al público con notables cambios respecto al original.

Así, desapareció la figura en bronce de un caído –obra del escultor José Algueró– que ocupaba el lugar de la actual fuente, se eliminó el yugo y las flechas de Falange anclados al frente del pedestal de la cruz, así como de las dos placas laterales con coronas de laurel en bronce y el texto conmemorativo de a los «caídos por Dios y por España». Por otra parte, para hacer la boca de la fuente, se elevó ligeramente la placa que contiene el bajorrelieve de un ángel –realizado también por Algueró–, revocándose todo el muro de ladrillo con un tono rosado.