Fachada de la sede del Ayuntamiento de Madrid en Cibeles
Presupuestos Municipales
Madrid dispara su presupuesto social para 2026 con 335 millones en ayudas a domicilio y un plan contra la soledad
El Consistorio proporciona apoyo para el desarrollo de sus actividades diarias a personas mayores de 65 años
El Ayuntamiento de Madrid presenta este jueves sus Presupuestos Generales que disponen de más de 6.500 millones de euros en 2026. El gasto se incrementa en todas áreas de gobierno, las delegadas y los 21 distritos. Entre las áreas de Gobierno, la que más incrementa su presupuesto es la de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, que crece en porcentaje un 7,1 % y alcanza los 402,9 millones de euros.
Una inyección económica que pone en valor, un año más, el marcado perfil social del presupuesto. Así, a los 402,9 millones de euros que gestionará directamente el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad se suma el presupuesto del nuevo contrato del Servicio de Ayuda a Domicilio.
Un contrato que coordina el Área social, pero cuyo presupuesto es consignado mayoritariamente a los distritos. El mismo tiene dos años de duración y asciende a 677 millones de euros para las dos anualidades, lo que supone un 51,5 % más que el anterior. En el año 2026, a esta prestación se destinará una cantidad de 335 millones de euros.
Con este servicio, el Consistorio proporciona apoyo para el desarrollo de sus actividades diarias a personas mayores de 65 años, personas con discapacidad menores de 65 años y personas con dependencia reconocida.
El objetivo de esta atención es que los usuarios puedan seguir residiendo en sus hogares el mayor tiempo posible, pero con el acompañamiento profesional necesario. A tal fin, el nuevo contrato prevé 16,2 millones de horas anuales de atención, un 19 % más que el anterior.
Una persona mayor, paseando junto a otra persona más joven
Plan contra la soledad
La intervención con cada usuario es individualizada, ajustada a sus necesidades. Desde este servicio, se fomenta su autonomía, se evita el deterioro estimulando sus capacidades y se pueden detectar empeoramientos de salud o soledad no deseada. Se ofrecen dos tipos de prestaciones.
Por un lado, las que incluyen atención personal o doméstica: apoyo en la higiene y en la movilidad dentro del hogar, ayuda en la toma de medicamentos o en la ingesta de alimentos, cuidado a la persona en domicilio, apoyo en la limpieza de la vivienda, compra de alimentos o preparación de comidas.
Una persona cuida de un anciano
Por otro lado, las prestaciones complementarias en el domicilio, que se conceden previa valoración técnica y que son la psicología, la terapia ocupacional, la fisioterapia, la podología y la peluquería.
Entre las novedades del contrato se incluye un programa específico para prevenir la soledad no deseada, con un refuerzo en los mecanismos de detección y atención psicológica para quien la requiera.
También como aspecto novedoso se ofrecerá apoyo a personas del entorno de los usuarios que ejercen como sus cuidadores, poniendo a su disposición formación, asesoramiento en los cuidados y terapia psicológica.
Además, el contrato se ha dividido en cuatro lotes, en lugar de tres, con el objetivo de reducir los desplazamientos del personal y fomentar su estabilidad, lo que también redundará en una mejor atención a los usuarios