Las multas que no esperarías recibir: las normas más raras de Madrid

Todos hemos oído hablar de las estrafalarias normas que tienen otros lugares del mundo, cuyas culturas no siempre coinciden con la nuestra. No obstante, aunque no tan divertidas, en nuestro país, y específicamente en Madrid, también existen una serie de normativas y multas atípicas, que no imaginaríamos de su existencia en un primer momento. Algunas de las leyes promulgadas por la DGT o por los ayuntamientos de la región son muy llamativas y sorprenden por lo específicas que pueden llegar a ser. No obstante, que no se amolden a los típicos catálogos de normas no significa que estas leyes carezcan de sentido. En las siguientes líneas podrán ver algunos ejemplos:

● Multa por alimentar a las palomas. De niños, todos hemos alimentado a estas aves tan comunes en los entornos urbanos. Pero en realidad estas aves generan problemas de salubridad y destruyen el mobiliario urbano, por lo que la vigente Ordenanza Municipal de Protección y Tenencia de Animales del Ayuntamiento de Madrid, en artículo 11.4, prohíbe expresamente alimentar a estas aves por las calles. Si la policía encuentra a una persona haciendo esta acción o recibe una denuncia, puede llevarse una multa de hasta 300 euros.

● Multa por exceso de ladridos de perros por la noche. Aunque no hay una norma específica para los ladridos, dentro de las normativas de convivencia urbana se recoge entre las 22:00 y las 8:00 se prohíben los ruidos molestos en el casco urbano: música a alto volumen, martillazos en paredes, desplazamiento de muebles, etc. Sin embargo, se han registrado varios casos de multas ocasionadas por estos animales. Las multas también pueden llegar hasta los 300 euros, pero solo suelen imponerse este tipo de sanciones cuando previamente se ha producido una denuncia por parte de un vecino.

● Ser músico callejero sin pasar un examen. Desde 2013, para tocar o cantar en el distrito de Madrid Centro hay que pedir una solicitud al ayuntamiento y realizar un examen. Este examen funciona como una audición propia de «Operación Triunfo». Una vez al año, el ayuntamiento convoca a los aspirantes para que actúen delante de un tribunal y evalúen si su música es apropiada para las calles de Madrid. Los criterios son simples: se valora que tengan unas mínimas aptitudes musicales, que la música no sea molesta para los vecinos y que utilicen un lenguaje comprensible y apropiado.

● Nueva norma: Prohibido acceder al aeropuerto Madrid-Barajas después de las 21:00. Desde hace años hay problemas con los indigentes que duermen en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Recientemente se han publicado vídeos de pasajeros que encuentran auténticos campamentos (sacos de dormir, objetos personales e incluso tiendas de campaña) en los ascensores cuando acceden al aeropuerto por la mañana. Con el fin de mejorar la situación, Aena controlará la entrada al aeropuerto a partir de las 21:00 hasta las 5:00. Solamente tendrán permiso para entrar aquellos que posean una tarjeta de embarque o trabajen en el aeropuerto. Por tanto, desde el 21 de mayo de 2025, ¡no podrás ir a buscar a tus familiares dentro del aeropuerto a partir de las 21:00!

Además, hay una serie de conductas al volante que no han sido legisladas en la normativa de la DGT, pero se conocen casos de multas a causa de las mismas. Por ejemplo: besar al copiloto al volante, hacer «la peineta» conduciendo, insultar a alguien por la ventanilla o comerse las uñas al volante. Estos comportamientos han llegado a ser multados con 80 euros. Otras acciones acarrean sanciones más altas, de 200 euros, como repostar con la radio encendida o conducir con carteles y dibujos en las ventanillas. Los ejemplos más frecuentes han sido coches con carteles de «se vende». Hay otras normas que no acarrean sanciones económicas, pero que implican la pérdida de 2 puntos del carné, como maquillarse en el coche aunque el semáforo esté en rojo o conducir con la matrícula sucia.

Es probable que muchos ciudadanos hayan incumplido alguna de estas normas de forma inconsciente, pues no son tan lógicas o básicas como otras. Sin embargo, «el desconocimiento de una ley no exime de su cumplimiento» (Código Civil, 6.1), por lo que es recomendable conocer este tipo de leyes. ¡De hecho, ni siquiera los perros están libres de multas! Por desgracia, a menos que el perro en cuestión tenga su propia cuenta bancaria y use su tarjeta de crédito, lo más probable es que la multa la acabe pagando su dueño.