
Vista sobre la playa de Anse Lazio en la isla Praslin.
¿Ganas de paraíso? Cinco experiencias para conectar con las islas Seychelles este verano
Es uno de los paraísos más soñados para disfrutar de unas vacaciones. Ubicadas en el océano Índico, frente a África Oriental, las Seychelles albergan playas, arrecifes de coral y animales exóticos como las tortugas gigantes de Aldabra
El verano en Seychelles es una experiencia sensorial única, donde el espíritu isleño se funde con paisajes de ensueño y playas vírgenes. Durante esta temporada, las islas se presentan ante el viajero en todo su esplendor, con aguas cristalinas perfectas para el buceo y el esnórquel, exuberante vegetación tropical y atardeceres que tiñen el cielo de tonos dorados y coral. Para aquellos que buscan vivir experiencias auténticas en el archipiélago, Seychelles Authentic Hoteles Collection (SAHC) ha reunido una selección de las mejores experiencias para vivir este verano con su exclusiva colección de alojamientos como punto de partida.
Buceo con tiburones ballena

Buceo con tiburones ballena.
Se estima que entre junio y diciembre son los meses en los que es más alta la probabilidad de poder ver y bucear con el pez más grande del mundo, el tiburón ballena. Desde el Parque Nacional Marino Port Launay o Shark Bank, en Mahé, entre otras ubicaciones, se pueden realizar salidas para nadar con estas majestuosas (y pacíficas) criaturas, que pueden llegar a medir hasta 18 metros de largo. La experiencia, más allá de la aventura, supone una conexión indescriptible con la biodiversidad marina del Índico.

Masaje en el hotel Carana Beach de Mahé.
En Mahé, los viajeros pueden hacer check-in en el hotel Carana Beach, que refleja el carácter salvaje y virgen de las Seychelles, con una decoración de temática oceánica, elementos arquitectónicos tradicionales y una cálida y genuina hospitalidad isleña.
Tras los pasos del pirata «El Gavilán»

Villa privada del hotel La Belle Tortue.
Este verano, los viajeros podrán vivir una aventura pirata en toda regla en la isla de Silhouette, inconfundible con su selva tropical y acantilados escarpados, lejos del bullicio. Durante siglos, ha corrido el rumor de que el pirata francés Olivier Levasseur, conocido como El Gavilán, escondió en Seychelles un tesoro descomunal en el siglo XVIII, con un valor estimado de 30.000 millones de euros, y que ¡nunca ha sido encontrado! Esperando resolver el misterio del tesoro perdido de Levasseur o del también pirata Hodoul (cuya alma y botín, dicen, no han abandonado la isla), los viajeros más curiosos podrán recorrer impresionantes rutas de senderismo, como la de la Grand Barbe o Anse Patates, en busca de pistas.
En Silhouette, los viajeros pueden alojarse en el hotel La Belle Tortue, que destaca por su carácter íntimo y su privilegiada ubicación en la playa, así como por ofrecer una gastronomía gourmet a la altura de los restaurantes más prestigiosos a nivel internacional.
Descubrir los secretos del coco de mer

Villa de Le Duc de Praslin.
Uno no puede decir que haya estado en Praslin si no ha visitado la Vallée de Mai, la joya de la corona de esta isla de origen granítico. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1983, es hogar del legendario coco de mer, la semilla más grande del mundo, cuya forma parecida a la pelvis de la mujer y simbología lo convierten en un icono indiscutible de Seychelles. Entre ranas, camaleones y papagayos negros, los viajeros establecerán un contacto profundo con la naturaleza a través de su rica biodiversidad. La Vallée de Mai es, además, la única zona de Seychelles donde conviven las seis especies de palmeras endémicas, lo que lo posiciona como un ecosistema excepcional por el que merece la pena «perderse».
En Praslin, los viajeros se pueden alojar en los hoteles Le Duc de Praslin, Les Lauriers, Indian Ocean Lodge y Hotel L’Archipel, que combinan encanto local, hospitalidad personalizada y una conexión genuina con la cultura criolla.

Familia de vacaciones en Denis Island.
La tortuga tuga verde en Denis Island
El proceso de anidación de las tortugas verdes es un espectáculo de la naturaleza digno de presenciar y tiene lugar, principalmente, entre mayo y septiembre, en Denis Island. La isla alberga una de las tres poblaciones de tortugas verdes más grandes que quedan en las islas interiores de Seychelles. Al parecer, las praderas de pastos marinos que rodean Denis son importantes zonas de alimentación para esta especie, y las playas vírgenes ofrecen numerosas oportunidades para que las hembras lleguen a tierra firme para anidar. Allí depositan sus huevos, cubriéndolos con arena para protegerlos de depredadores y el calor solar. Las crías nacen aproximadamente dos meses después. Este ciclo vital es fundamental para la conservación de la especie, y en Denis Island se implementan programas de protección para asegurar que esta maravilla natural siga produciéndose.
Aquí, los viajeros pueden hacer check-in en Denis Private Island, un complejo ecológico con 23 cabañas y villas en perfecta armonía con la naturaleza, ideal para una escapada en familia o como destino de luna de miel.
Celebrar la cultura local en La Digue

Playa de La Digue.
Los amantes de la cultura tienen una cita en La Digue, a solo veinte minutos de Praslin en ferry. El 15 de agosto se celebra la fiesta de la Asunción, y en La Digue este día se vive intensamente, entrelazando lo religioso con un ambiente festivo que invita a formar parte de él. Se trata de una oportunidad única para ver en directo la fuerza de la cultura local y la tradición, que incluye un programa ecléctico de desfiles, música, baile, deporte, artesanía y actividades culturales, y pone de relieve el rico patrimonio del país.