Puente sobre el río Borosa, en Jaén.
La espectacular ruta por las pasarelas del río Borosa en la sierra de Cazorla
Considerada una de las rutas más bonitas de Andalucía y de España, ofrece naturaleza en su esplendor, cascadas y pozas cristalinas y un magnífico sendero colgado entre rocas
El sendero o ruta del río Borosa, en la provincia de Jaén, es quizá la ruta más famosa del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, y eso es mucho decir teniendo en cuenta que, con sus más de 214.000 hectáreas, este enclave natural, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco desde 1983, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa.
El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa
Los parajes por los que discurre esta ruta son sencillamente maravillosos, con formaciones geológicas impresionantes, densos bosques y el agua como protagonista. El camino acompaña al río Borosa, que a lo largo del trayecto forma bonitas cascadas y pozas refrescantes. También tiene su componente de aventura ya que esta caminata se realiza por pasarelas de madera encajadas en un desfiladero, lo que hará las delicias tanto de los amantes del senderismo como de las familias que busquen una experiencia para recordar.
La Cerrada de Elías
Pasarela sobre el río Borosa en la Cerrada de Elías.
El tramo más espectacular de este sendero es la Cerrada de Elías, un estrecho desfiladero en el que el río discurre encajado entre altas paredes de roca. Para salvar este tramo hay unas pasarelas que transmiten la sensación de caminar literalmente sobre las aguas. Aunque este escenario de postal atrae cada año a miles de senderistas, sigue conservando un encanto auténtico, sobre todo si se visita entre semana o en temporada baja.
El tramo más espectacular de este sendero es la Cerrada de Elías, un estrecho desfiladero en el que el río discurre encajado entre paredes de roca
El sendero comienza junto a la piscifactoría del río Borosa, a pocos kilómetros del Centro de Visitantes Torre del Vinagre, en la localidad de La Iruela, donde se muestran los secretos de los cinco tipos de ambientes de gran contenido estético que albergan Las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Desde aquí, una pista forestal acompaña el curso del río entre pinos, saltos de agua y pozas transparentes.
Salto de agua y poza del río Borosa.
La ruta es accesible para la mayoría de las personas, con diferentes niveles de dificultad. Se puede adaptar según el tiempo y las fuerzas de los senderistas. Hay un tramo corto, de entre 8 y 10 kilómetros ida y vuelta, hasta la Cerrada de Elías, que es fácil, ideal para familias y muy fotogénico. Los más avezados pueden realizar el tramo largo, de entre 22 y 24 kilómetros, que continúa hasta la Central Eléctrica de los Órganos, con túneles excavados en la roca, bonitas cascadas y la posibilidad de llegar hasta el nacimiento del río Borosa y la Laguna de Valdeazores, un rincón de alta montaña sorprendente.
Consejos prácticos
Laguna de Valdeazores.
La mejor época para hacer la ruta del río Borosa es en primavera, cuando todo está verde y el río lleva más agua. También en otoño el río lleva agua y en esta estación los colores ocres de la vegetación hacen que sea también muy bonito. En verano es mejor madrugar para evitar el calor y las aglomeraciones. En esta época el aparcamiento es de pago, unos dos euros (algo más para las caravanas). Conviene llevar calzado de senderismo, agua, protección solar y, si se va a realizar el tramo largo más allá de la Cerrada, más agua y una linterna para los túneles. Consulte información sobre la ruta antes de iniciarla, sobre mapas y puntos de inicio.
Más allá del sendero
Pueblo de Cazorla y su Castillo de la Yedra.
Quedarse a dormir en esta zona permite descubrir otras joyas del entorno: los miradores de Félix Rodríguez de la Fuente, el embalse del Tranco o el encantador pueblo de Cazorla, con su Castillo de la Yedra o y su casco histórico escalonado. Además, muchas casas rurales y alojamientos permiten pernoctar rodeados de naturaleza, bajo cielos estrellados y en absoluto silencio.
