Vista aérea de la isla de Tabarca en el mar Mediterráneo.
La isla desconocida en el levante de España que recomienda visitar la CNN
Medios internacionales como la CNN califican a este pequeño territorio levantino como «un remanso de paz rodeado de aguas turquesas»
Apenas a 22 kilómetros de Alicante y a poco más de 4 de Santa Pola se esconde un pequeño paraíso mediterráneo que sorprende por muchos motivos. Tabarca, con solo medio kilómetro de largo por 200 metros de ancho, ostenta un récord curioso: es la isla habitada más pequeña de España. Y, según han señalado medios internacionales como la CNN, en ella habitan «más gatos que personas». Un detalle que resume bien el ritmo tranquilo, casi detenido en el tiempo, que impregna a este minúsculo trozo de tierra rodeado de aguas turquesas.
Piratas y fortificaciones
Considerado por la prensa internacional como «un remanso de paz rodeado de aguas turquesas», este minúsculo trozo de tierra tuvo no obstante un pasado agitado. Durante siglos fue refugio de piratas berberiscos que atacaban la costa levantina, hasta que Carlos III ordenó fortificarla en el siglo XVIII. Fue entonces cuando se construyeron sus murallas, la iglesia barroca de San Pedro y San Pablo y el caserío blanco que aún hoy conserva el encanto marinero. Muchos de sus primeros habitantes llegaron desde Túnez: eran genoveses liberados tras años de cautiverio en el norte de África, que bautizaron sus calles con nombres italianos.
Qué ver y hacer en un día en Tabarca
Iglesia de San Pedro y San Pablo en la isla de Tabarca.
Tabarca es perfecta para una excursión de un día desde Alicante o Santa Pola. La visita empieza paseando por su pueblo amurallado, un laberinto de callejuelas encaladas con puertas de colores que recuerdan a las islas griegas. A un lado se alza la iglesia de San Pedro y San Pablo, del siglo XVIII, y al otro, el faro de Tabarca, desde donde se obtienen vistas panorámicas del mar.
En 1986 se declaró la Reserva Marina de Tabarca, la primera de España
Otro de sus grandes atractivos está bajo el agua. En 1986 se declaró la Reserva Marina de Tabarca, la primera de España, que protege praderas de posidonia, meros, sargos y otras especies mediterráneas. Es un lugar perfecto para practicar esnórquel o hacer una salida en barco con fondo de cristal para descubrir este tesoro submarino. Y cuando el apetito aprieta, nada mejor que probar el plato típico tabarquino: el caldero, un guiso marinero con pescado fresco y arroz que sirven en los restaurantes del puerto.
El reino de los gatos
Calle de Tabarca.
Otra curiosidad que han destacado medios extranjeros como la CNN es que en Tabarca hay más habitantes felinos que humanos, en una proporción de casi tres gatos por habitante (en invierno la isla tiene unos 50 residentes). Estos animales se han convertido en parte inseparable del paisaje isleño y han encontrado su hogar entre los muros y las rocas de la isla. También su superpoblación de debe en parte a que algunos turistas los alimentan sin control, lo que impulsa su reproducción. En temporada alta, la isla recibe entre 3.000 y 5.000 turistas diarios.
Cómo llegar a Tabarca
La forma más sencilla de llegar es en barco desde Santa Pola, con trayectos diarios durante todo el año. El viaje dura unos 20 minutos y cuesta alrededor de 10-15 € ida y vuelta. También hay salidas desde Alicante (unos 50 minutos) y desde Benidorm en temporada alta. La mejor época para visitar la isla es entre mayo y octubre, cuando el mar está más tranquilo y los servicios turísticos funcionan a pleno rendimiento.
Y un consejo: llega temprano para disfrutar de la isla con calma antes de que lleguen las excursiones organizadas y no olvides llevar calzado cómodo, agua, crema solar y equipo de esnórquel. Tabarca no tiene lujos ni hoteles de cinco estrellas, pero ahí reside su encanto, en su autenticidad mediterránea.
