Vista panorámica del pueblo medieval amurallado que es una joya turística casi desconocida.Getty Images

El diminuto pueblo medieval amurallado de España que es una joya turística casi desconocida

Una imponente muralla rodea por completo este pueblo escondido en una zona montañosa y declarado Conjunto Histórico Artístico

Lo llaman la Ávila alcarreña, aunque no pertenece a la Alcarria, sino a la comarca castellana de la Tierra de Atienza y Sigüenza. Es una de las grandes sorpresas que guarda el norte montañoso de la provincia de Guadalajara, en las faldas de la sierra Ministra, un pueblo pequeño en tamaño pero grande en patrimonio y atractivo medieval.

El poco conocido Palazuelos destaca por ser uno de los pocos pueblos en España que conserva su muralla medieval casi íntegra, lo que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Su completo círculo de murallas encierra totalmente la villa y en su extremo se encuentra la fortaleza.

Puertas originales

Muralla medieval que rodea el casco antiguo de Palazuelos.Getty Images

El acceso al pueblo se realiza a través de las puertas originales de la muralla, algunas de ellas en recodo, que transportan al visitante a la época medieval. Se calcula que el perímetro de la muralla ronda los dos kilómetros, con torreones, adarves y varias puertas de acceso que conservan aún los escudos de los Mendoza, la poderosa familia que impulsó estas defensas en el siglo XV.

El poco conocido Palazuelos destaca por ser uno de los pocos pueblos en España que conserva su muralla medieval casi íntegra

Adosado a la muralla, en su extremo norte, está el castillo de Palazuelos, de origen medieval (siglo XV), atribuido al arquitecto Juan Guas y mandado construir por Íñigo López de Mendoza, primer marqués de Santillana. Actualmente es de propiedad privada y no es visitable por dentro, pero su exterior es impresionante y forma parte integral del conjunto defensivo del pueblo.

Encanto rural

Casas antiguas y arco n la muralla que rodea el pintoresco pueblo de Palazuelos.Getty Images

Pero lo mejor es que este destacado patrimonio medieval no es el único reclamo para visitar Palazuelos. El pueblo conserva casas campesinas tradicionales, algunas de ellas adornadas con singulares esgrafiados, que añaden un encanto rural y auténtico al paseo por sus calles empedradas. Estas se arremolinan en torno a la Plaza Mayor, presidida por un rollo jurisdiccional o Picota (columna de piedra) que recuerda la antigua independencia de esta villa para impartir justicia.

Pequeños edificios religiosos complementan el patrimonio monumental de Palazuelos, como la Ermita de la Soledad y la iglesia de San Juan Bautista, con portada románica muy sencilla. La fuente de los Siete Caños del pueblo es otro lugar que atrae a los visitantes.

Atmósfera tranquila

Plaza de Palazuelos.Getty Images

Todo ello hace de Palazuelos un destino ideal para una excursión de un día perfecta para los amantes de la historia y de los pueblos con encanto. Su atmósfera tranquila y su bien conservado patrimonio medieval lo convierten en una joya poco conocida de la provincia de Guadalajara, en uno de los pueblos más bonitos y desconocidos de Castilla-La Mancha.

«Don Quijote» y el Camino de Santiago

Calle principal en el pueblo amurallado de Palazuelos.Getty Images

Palazuelos está también cargado de simbología viajera. Forma parte de la Ruta del Quijote y también del Camino de la Lana, una antigua vía comercial que hoy siguen los peregrinos rumbo a Santiago de Compostela desde el Levante. Este cruce de caminos explica que, pese a su tamaño diminuto, el pueblo haya tenido una historia noble: aquí dejaron huella los citados Mendoza y se tejen leyendas que relacionan la zona con figuras como El Cid o la princesa de Éboli.

Cómo llegar y cuándo ir

Vista general de Palazuelos, en la provincia de Guadalajara.Getty Images/iStockphoto

Palazuelos está a menos de dos horas de Madrid. Se toma la autopista A-2 hasta la zona de Sigüenza y desde allí se sigue por la CM-110 hasta el desvío señalizado. La mejor forma de conocerlo es rodear primero el exterior de la muralla y luego entrar por una de sus puertas para perderse sin prisa por el interior. La primavera y el otoño son los momentos más agradables para visitar este pueblo medieval espectacular, la joya escondida de Guadalajara.