Aunque no lo haya diseñado ella, parece hecho a medida

Aunque no lo haya diseñado ella, parece hecho a medida

Famosos motorizados

La pelea de Ágatha Ruiz de la Prada con el Ayuntamiento de Madrid tras conducir su Fiat 500

Ágatha se confiesa enamorada de su nuevo utilitario eléctrico y está deseando diseñar su propia versión

Ágatha Ruiz de la Prada se reafirma en su personalidad creativa allá donde vaya y allá donde la llaman. Le da igual azulejos que gafas, es capaz de dar su toque personal a todo. En este caso vuelve a poner en marcha una relación profesional con una marca de coches, por segunda vez con Fiat.
La primera vez fue en 2013, cuando diseñó un Fiat 500 que llegó a conducir por Lima, Perú, durante el Lima Fashion Week de 2013.

Diseñadora de color

Ya en 2014 diseñó una versión muy especial del Nissan Micra con un decorado de carrocería muy personal, en la línea Warhol, y que llegó a estar en los concesionarios.
Ahora, según marcan los tiempos, Ágata se acerca de nuevo al mundo de la automoción de la mano de Fiat y el urbano 500. En este caso para a convertirlo en su coche ‘oficial’. Se trata de una coqueta unidad en color rojo que va mucho con su personalidad.
Aunque no lo haya diseñado ella, parece hecho a medida

Se declara enamorada de los Fiat 500 desde hace muchos años

Tal y como reconoce la propia Ágatha, «es una enamorada de los colores de los coches y de las texturas de sus pinturas y el efecto que producen».
Afirma estar trabajando en el diseño de una decoración exclusiva para el 500, aunque se reconoce como «regular al volante», pese a haber conducido en carias ocasiones y de un solo tirón entre Madrid y Paría o Madrid y Milán en compañía de sus hijos y al volante de un Chrysler Voyager «destartalado», el coche familiar de la época.

Cuatro décadas esperando

Ágatha se declara encantada con su nuevo 500 tras unas semanas de uso, «es el coche que llevo esperando 40 años, llevo soñando desde los 18 años con los coches eléctricos, su silencio…».
Nunca falta el color en torno a la diseñadora

Nunca falta el color en torno a la diseñadora

De hecho la electrificación no es extraña para ella pues hace casi 20 años que compró un modelo híbrido «muy feo pero muy racional» de la única marca japonesas que vendía coches híbridos hace dos décadas. Traducido: un Toyota Prius.

Ágatha se electrifica

Declara su experiencia con los eléctricos con amargura, pues está enamorada de su conducción, «Fiat es lo mejor de Italia, y el 500 es aún mejor, pero la experiencia con los cargadores en Madrid es horrible, pues pese a tener unas plazas de aparcamiento en un parkíng para residentes no me autorizan a poner un enchufe en mi plaza».
No será difícil reconocer a Ágatha y su 500 por las calles de Madrid

No será difícil reconocer a Ágatha y su 500 por las calles de Madrid

La culpa es de un Ayuntamiento, el de Madrid, que se está volviendo «kafkiano», pues ni el Concejal de Movilidad Borja Carabante ha sido capaz de ayudarla. Por lo que dan ganas de volver a su primer coche, un Seat 127 «verde horrible».
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