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Electrificación

Llegan las primeras ayudas públicas para transformar coches diésel y gasolina en eléctricos

California debate la puesta en funcionamiento de un plan de ayudas para la electrificación de coches viejos

Dicen que cuando «el río suena es que agua lleva», si la semana pasada era el imperio Toyota quién sorprendía a medio mundo presentando un kit para transformar coches viejos de gasolina en híbridos, ahora la sorpresa llega desde los Estados Unidos.
Allí el Salón del Automóvil de las Vegas (SEMA) y el senador Anthony Portantino se han unido para presentar un proyecto de ley que solicita un importante paquete de ayudas para la electrificación de coches de gasolina y diésel norteamericanos.

Proposición 301

En este caso habla de un paquete de ayudas anual que llegaría hasta las rentas menos favorecidas de California para que puedan llevar a cabo la electrificación de sus viejos vehículos.

Vano motor de un pick up Ford electrificado

En ningún momento habla de hibridación, sino de electrificación completa, lo que implica retirar el viejo motor gasolina o diésel y sustituirlo por un kit eléctrico compuesto por un pequeño motor y una batería.

Hasta 2.000 dólares

Entre los requisitos que deben cumplir los vehículos electrificados es homologar una autonomía mínima de 160 kilómetros. Esto les permitiría acceder a una ayuda que rondaría los 2.000 dólares por solicitante. Siempre claro está que se apruebe el proyecto.
Recordemos que actualmente ya existen varios kit en el mercados destinados a electrificar automóviles con motor térmico, sólo tienen un par de inconvenientes, por un lado no son baratos, pues su precio puede rondar los 10.000 euros y por otro las transformaciones deben hacerse en talleres oficiales por su complejidad técnica. Es el proceso denominado retrofit.

Un Seat 600 convertido en eléctrico, se llama retrofit

En la actualidad ya hay numerosas empresas que realizan este tipo de transformaciones, especialmente en UK, dirigidas sobre todo a vehículos clásicos que quieren mantenerse en circulación.
Con esta medida California busca no dejar a nadie atrás en el proceso conocido como la electrificación y que debido a su elevado coste va a resultar inaccesible para gran parte de los ciudadanos, tanto en California como en el resto de mundo occidental donde los gobernantes han apostado por este proceso.