Toyota Yaris con más de 20 años, un candidato perfecto a la electrificación
Coche eléctrico
El kit de Toyota que te permite convertir tu viejo coche en un híbrido con etiqueta Cero
Toyota trabaja ya en alternativas razonables a los automóviles 100 % eléctricos
Hace solo unas semanas Toyota lanzaba un mensaje que caía como un verdadero bombazo en el sector del automóvil. Que la firma pionera del mercado en electrificación diga que se están haciendo mal las cosas y que el proyecto de electrificar Europa y los Estados Unidos en solo dos décadas era sencillamente inviable dejaba a todos boquiabiertos.
El propio presidente de la compañía y nieto del fundador, Akio Toyoda, confirmaba que no existía ni litio ni níquel suficiente en el mundo para las previsiones de electrificar el 100 % del parque móvil antes de 2050. Un mensaje a tener en cuenta al venir de un fabricante que hace dos décadas lanzaba al mercado el Prius, el primer coche híbrido de mundo, ante la perplejidad del resto de fabricantes.
Sencillo y razonable
Ahora, Toyota presenta una alternativa perfectamente factible y razonable y que parece de lo más sensata. La marca lleva ya años trabajando en la hibridación de los antiguos coches de gasolina y diésel.
Imagen del Toyota Corolla de 1983 convertido a híbrido
Para eso ha presentado incluso un prototipo realizado sobre un Toyota Corolla de 1983 al que le han colocado la batería de un Toyota Prius híbrido enchufable y el motor eléctrico de un pick up híbrido Toyota Tundra. Este sistema eléctrico trabajará en colaboración con el motor gasolina del viejo Toyota.
Unos 10.000 euros
Se trata de una solución extremadamente más económica que tirar tu viejo coche y comprarte un eléctrico nuevo, sobre todo si tenemos en cuenta el precio al que se están vendiendo los coches eléctricos, inaccesibles para la mayor parte de los compradores.
La batería del Prius en el maletero del Corolla
Toyota explicó que se trata de una transformación relativamente sencilla que puede realizarse en un taller convencional con un coste inferior a los 10.000 euros. Una solución que podría evitar el achatarramiento de millones de coches perfectamente útiles.
En el caso de España, tras esta transformación convenientemente homologada, la DGT se vería obligada a concederte la etiqueta Cero, pues nos encontraríamos ante un híbrido enchufable en toda regla.
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