Tirar al suelo la publicidad del parabrisas puede acarrear multas de hasta 120 euros

Sin sanción

El truco de los conductores para deshacerse de la publicidad del parabrisas

Tirar al suelo las molestas hojas que aparecen en el cristal delantero puede suponer una multa de 120 euros

Más de la mitad de los propietarios de coche en España aparcan en la calle. Desde hace casi un siglo los vehículos son parte del decorado de las grandes ciudades, pero también de las pequeñas y de los pueblos que tienen que alternar el aparcamiento por quincenas en las aceras para no bloquear la entrada a las casas.
No es muy agradable la sensación de llegar a tu coche por la mañana y encontrar el cristal delantero lleno de publicidad bien sujeta por el limpiaparabrisas. Se limpian alfombras, cursos de informática, alguien que compra tu coche, un taller nuevo en el barrio o papeles escritos a mano de servicios de limpieza de hogar de «gente responsable».

Suciedad

El acto reflejo suele ser quitar esos papeles, muchas veces endurecidos por el sol, y tirarlos al suelo para que no molesten. Si se mantienen ahí pueden pasar dos cosas: que el limpiaparabrisas se active solo y el papel se frote por todo el cristal o que acabe metido bajo el capó y formando una capa de suciedad junto a hojas secas y polvo.
El hecho de tirar estos papeles al suelo puede parecer un gesto inocente, pero si aparece un policía por la zona podría sancionar al conductor con una multa de 120 euros. Otras ciudades como Madrid han elevado estas sanciones en su última campaña con hasta 2.001 euros por arrojar desperdicios.
Los conductores que aparcan en zonas donde este tipo de publicidad es habitual, ha ideado un método para deshacerse de estos papeles sin ser sancionados.

Truco mejorado

El truco es desencajarlos del limpiaparabrisas, pero mantenerlos en el mismo lugar. Una vez que el coche se pone en marcha, es el viento del mismo vehículo en movimiento el que echa a volar las hojas que caen al suelo sin que haya voluntad del conductor.
Este truco mejora el anterior que consistía en mover el limpiaparabrisas durante la marcha del coche a una velocidad algo más alta hasta que la publicidad se separaba y salía volando, aunque eso pueda ser peligroso si acaba en el parabrisas de otro automóvil.