El camión cargado de coches que ardió en Jumilla recientemente
Incendios
La psicosis por los incendios de coches hace ver eléctricos en llamas donde sólo hay coches de combustión
Esta misma semana dos bulos han atribuido a vehículos eléctricos dos incendios que no tiene nada que ver con este tipo de coches
Desde el reciente incendio del edificio de viviendas en Valencia en el que había un concesionario de coches eléctricos chinos en la planta baja, la psicosis por los incendios espontáneos de este tipo de vehículos se ha disparado.
Alimentada por los haters (odiadores) de coches eléctricos, no hay día que en España no salte a las redes sociales el supuesto incendio de uno o más coches eléctricos.
¿Arden los eléctricos?
Hace menos de 24 horas saltaba a la luz el vídeo de una furgoneta en llamas «circulando» sin conductor por el madrileño distrito de Chamartín, la rumorología no tardó en apuntar la posibilidad de que el vehículo estuviera cargado de bicicletas eléctricas, un rumor sin fundamento.
La furgoneta que ha ardido en Madrid
Un par de días antes un despacho de agencias anunciaba el incendio de una góndola (camión) de transporte de vehículos cargada de supuestos coches eléctricos en la carretera A-33.
¿Coches eléctricos?
Un incendio que obligó a cortar la carretera y a esforzarse a fondo a los bomberos, que finalmente lograron controlar la situación en horas.
El Debate fue uno de los pocos medios que horas después del suceso ya anunciaba que el camión no iba cargado de coche eléctricos, sino que transportaba un par de MG ZS de gasolina, algo muy fácil de ver por la trampilla del depósito, y modelos de otras marcas que en el mejor de los casos puede que fueran híbridos.
En este caso incluso una agencia de noticias española y varios medios daban por hecho que se trataba de coches eléctricos, lo que tuvieron que desmentir horas después.
Imagen de baja calidad del camión en llamas
Para tratar de calmar la alarma social, Orvipal, la empresa responsable del transporte, desmentía en menos de 48 horas que el fuego se hubiera iniciado en uno de los coches, sino que el peritaje inicial indicaba un fuego procedente del buje del eje trasero del camión o de las pastillas de freno.
«A falta de peritación concluyente, todo apunta a un buje del remolque o de la zapata de freno»
Resulta obvio que los coches eléctricos tienen virtudes y defectos y que su uso cotidiano va a generar problemas de adaptación como la necesidad de una red de carga inexistente e incluso unos incendios que pese a ser mucho menos frecuentes que en los coches de combustible (ocho veces menos probables), cuando se producen son temibles por su virulencia y la dificultad para apagarlos.
Cuando arden, arden...
La solución pasa por la creación de un marco legal adecuado para que su utilización resulte segura.
Al igual que en las gasolineras está prohibido fumar o hablar por el móvil, Bruselas trabaja ya en plazas de aparcamiento individuales que puedan cerrarse y aislarse si se produce el incendio de un coche eléctrico.
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