una mujer dormida al volante

Según la Sociedad Española del Sueño, el 20 % de los accidentes está relacionado con la somnolencia durante la conducciónArchivo

Horas de sueño: ¿qué es mejor, dormir poco pero bien o mucho y mal?

Los patrones de sueño restringidos pueden provocar enfermedades con más frecuencia

Dormir bien es fundamental para recuperarnos de las fatigas y enfrentarnos al día a día para rendir correctamente, ya sea en el estudio, en la vida laboral o en las tareas diarias. El sueño potencia la mente, restaura el cuerpo y fortalece prácticamente todos los sistemas del cuerpo. Pero, ¿cuánto sueño necesitamos realmente para obtener estos beneficios?
Desde el Instituto del Sueño se recuerda que, si bien las horas necesarias varían según la edad y otros factores, un adulto requiere en promedio de entre siete y nueve horas por noche, aunque algunas personas solo necesitan seis, mientras que otras pueden requerir hasta 10 horas. Sin embargo, muchas personas experimentan un desequilibrio entre sueño profundo y sueño ligero, lo que hace que, por las mañanas sientan que no han tenido un sueño reparador.

Un estudio entre militares

Un estudio dirigido por Neil Walsh, de la Universidad John Moores, en Liverpool, y publicado en la revista científica Sleep, asegura que el sueño de buena calidad, definido como no dar vueltas durante la noche y quedarse dormido rápidamente, puede compensar efectivamente las pocas horas en la cama. Asimismo, el estudio concluye que las personas que no duermen lo suficiente (y mal) tienen tres veces más probabilidades de contraer un resfriado. «El sueño es importante para nuestra salud mental y física, incluida la reducción de la posibilidad de ser atacado por un virus».
Durante doce semanas, los investigadores analizaron los patrones de sueño autoinformado de 1.318 reclutas del Ejército. Esto incluyó observar el efecto que tenían sus patrones de sueño en su salud. La mayoría de los soldados informaron que dormían un promedio de dos horas menos por noche después de unirse al Ejército. Llama la atención que más de la mitad de los reclutas que durmieron menos indicaron que su sueño nocturno (es decir, su calidad) había mejorado.
Neil Walsh asegura que del estudio se puede extraer dos conclusiones:
  • Los patrones de sueño restringidos pueden provocar enfermedades más frecuentes.
  • Dormir bien puede superar a dormir mucho tiempo en términos de nuestra inmunidad a las enfermedades.
«Ese es un mensaje extremadamente útil en nuestro mundo agitado donde el sueño a menudo se sacrifica por otras actividades».
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