Las gafas de sol son un accesorio fundamental para proteger los ojos

La opinión de los expertos

Cómo elegir el grado de protección en tus gafas de sol

Elegir las gafas de sol adecuadas implica tener en cuenta la protección UV, el grado de absorción de luz y las características de las lentes

Las gafas de sol son un accesorio fundamental para proteger nuestros ojos de la radiación ultravioleta (UV), la luz azul y otros factores ambientales que pueden causar daños a corto y largo plazo. La exposición prolongada a la radiación UV está relacionada con problemas como la queratitis, las cataratas, el pterigión y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Los rayos UV, especialmente los UVA y UVB, llegan a la superficie de la Tierra y pueden penetrar en los tejidos oculares, provocando un daño acumulativo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas, sobre todo en personas que trabajan al aire libre o en zonas con alta radiación solar.

Categorías de filtrado

Es fundamental clasificar las gafas de sol según su capacidad para absorber la luz visible, ya que esto nos ayuda a elegir el modelo adecuado según las condiciones de luminosidad. Esta clasificación se basa en la normativa ISO 12312-1:2013, que establece cinco categorías de filtrado:

Categoría 0

La categoría 0 transmiten entre un 80-100% de luz visible, perfectas para ambientes con poca luz, como interiores o condiciones muy tenues, sin alterar significativamente la percepción de los colores.

Categoría 1

La categoría 1 permiten el paso de un 43-80% de luz visible, ideales para días nublados o con luz tenue. Son recomendables para actividades al aire libre con luz solar moderada o en situaciones donde la luz cambia con frecuencia.

Categoría 2

La categoría 2 transmiten entre un 18-43% de luz visible, adecuadas para los días soleados pero no excesivamente brillantes, perfectas para entornos urbanos y actividades cotidianas como conducir o pasear por la ciudad.

Categoría 3

Estas son más oscuras, permitiendo solo un 8-18% de luz visible, ideales para lugares con alta luminosidad como playas, montañas o nieve, donde ayudan a reducir el deslumbramiento y mejorar el contraste. No se deben usar para conducir en condiciones de poca luz.

Categoría 4

Estas gafas ofrecen una protección extrema, permitiendo que solo un 3-8 % de la luz visible pase a través de ellas. Están diseñadas para situaciones de luz intensa, como en alta montaña o en la nieve, y brindan la máxima defensa contra el deslumbramiento y la radiación UV. Sin embargo, no son adecuadas para conducir en ninguna situación, ya que reducen demasiado la visibilidad.

Es esencial que las gafas de sol filtren al menos el 99% de la radiación UVA y UVB. Las certificaciones CE (en Europa) y ANSI Z80.3 (en EE.UU.) garantizan que se cumplan los estándares mínimos de seguridad. La protección UV400 significa que bloquean radiaciones de hasta 400 nm, cubriendo todo el espectro UVA y UVB. La Organización Mundial de la Salud aconseja limitar la exposición a la luz azul de alta energía (HEV), especialmente para quienes tienen predisposición a la DMAE.

El material más común para las lentes es el policarbonato, aunque también se utiliza el CR-39. Existen tecnologías adicionales que mejoran tanto la protección como el confort visual: las lentes polarizadas reducen los reflejos y mejoran el contraste; las fotocromáticas se oscurecen automáticamente al exponerse a la luz UV; y las espejadas reflejan parte de la luz, disminuyendo el deslumbramiento.

Ajuste de las gafas

Además de los filtros, la forma y el ajuste de las gafas son fundamentales. Los modelos envolventes o con cobertura lateral y varillas anchas ayudan a reducir la radiación UV indirecta. Para actividades con alta exposición solar, como en la playa o la nieve, se recomiendan las categorías 3 o 4 con protección UV400. Es crucial evitar gafas sin certificación UV, ya que sus lentes oscuros pueden dilatar la pupila y permitir que más radiación llegue a la retina, lo que puede ser más dañino que no usar gafas en absoluto.

En resumen, elegir las gafas de sol adecuadas implica tener en cuenta la protección UV, el grado de absorción de luz y las características de las lentes. La certificación de calidad y el cumplimiento de normativas son esenciales para asegurar una protección efectiva que ofrezca comodidad y mantenga la salud visual a largo plazo.

Mar Rodríguez Pascual/ Eloy Núñez de Castro, Universidad CEU San Pablo