Fraude en hierbas y especias: un riesgo oculto para la salud pública, por el doctor Abascal

Las hierbas aromáticas y las especias, esas pequeñas maravillas que le dan vida y sabor a nuestra cocina y, además, aportan beneficios para la salud, están enfrentando un problema serio que cada vez preocupa más a las autoridades sanitarias europeas: el fraude alimentario. Y la verdad es que este engaño afecta a productos que usamos a diario, poniendo en riesgo tanto su calidad como nuestra seguridad.

El doctor Ramón Abascal explica que desde hace años se han detectado adulteraciones en especias tan comunes como el orégano, la pimienta, el comino, la cúrcuma o el pimentón. Lo que pasa es que, en muchos casos, esas especias vienen mezcladas con restos de plantas que no deberían estar ahí, como hojas o tallos molidos, o incluso con colorantes que no están permitidos y que solo buscan imitar el aspecto natural del producto original.

Un caso especialmente llamativo es el del azafrán, que por su precio elevado suele ser víctima frecuente de trampas. Para «abaratar» costes, algunos añaden flores de otras plantas o usan tintes artificiales para simular ese color tan característico que todos reconocemos. Y el orégano, por ejemplo, muchas veces es sustituido por hojas trituradas de olivo, algo que no solo engaña al consumidor sino que también puede ser un riesgo para la salud.

Lo que realmente preocupa es que se han encontrado pesticidas prohibidos y otros contaminantes en especias incluso vendidas por marcas reconocidas. Esto pone sobre la mesa una cuestión vital: la seguridad alimentaria está en juego. Por eso, los expertos insisten en que debemos fijarnos bien al comprar, buscando siempre productos con certificaciones de calidad y leyendo con atención las etiquetas para evitar esas mezclas con aditivos o potenciadores de sabor que no deberían estar ahí.