Las cejas actúan como un indicador de las expresiones emocionalesGTRES

Si tus cejas no te gustan, la culpa la tienen tus genes

Un nuevo estudio descubre que la genética define su apariencia

Si preguntamos a nuestra alrededor sobre la parte del cuerpo en la que primero se fijan, seguramente la respuesta más repetida sea los ojos. De hecho, según diferentes estudios, el cerebro humano tiende a fijarse primero en esta parte del cuerpo a la hora de reconocer una cara. Sin embargo, uno de los elementos más importantes que enmarcan la mirada son las cejas. Su forma, grosor o separación entre ellas y relación con el tamaño de los ojos son fundamentales en la percepción de armonía y equilibrio de una cara.
La apariencia de las cejas humanas no es solo una cuestión de arreglo personal, sino que está en los genes. El grosor de las cejas, como cualquier otro rasgo de apariencia, es altamente heredable, según se desprende de una investigación publicada por Elsevier.
El estudio, realizado por el Consorcio Internacional de Genética de Rasgos Visibles (VisiGen), demuestra que la apariencia de las cejas tiene genes subyacentes en parte iguales y en parte diferentes en personas de diferentes partes del mundo.
El investigador principal, el Dr. Manfred Kayser, profesor del Centro Médico de la Universidad Erasmus MC de Róterdam, afirma: «Descubrimos nuevos genes involucrados en la variación de las cejas en los europeos y redescubrimos algunos de los genes identificados previamente en los no europeos».
El estudio entre 9.948 personas de cuatro grupos de ascendencia europea no solo descubrió tres locus genéticos –entendido como posición fija en un cromosoma, que determina la posición de un gen o de un marcador– no informados anteriormente asociados con el grosor de las cejas, sino que también redescubrió dos de los cuatro locus genéticos encontrados previamente en no europeos.
El profesor Kayser concluyó: «Nuestro estudio mejora significativamente el conocimiento genético de la apariencia de las cejas humanas al aumentar el número de genes conocidos de cuatro a siete y ofrece nuevos objetivos para futuros estudios funcionales. Al haber demostrado que la variación de las cejas está determinada por ambos y distintos factores genéticos en las poblaciones continentales, nuestros hallazgos subrayan la necesidad de estudiar poblaciones de diferentes ancestros para revelar la base genética de los rasgos humanos, incluida, entre otras, la apariencia física».

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