Comer sano para recuperarse de los excesos

El intestino adapta su tamaño según lo que se comas

Sí, es cierto, el intestino adapta su tamaño según lo que se coma

Un estudio proporciona un punto de partida para investigar el vínculo entre la activina y el desarrollo de cánceres colorrectales

Al empezar una dieta se espera conseguir no solo bajar de peso sino disminuir, al comer menos, el hambre que se tiene. Sin embargo, hasta ahora los expertos no se ponían de acuerdo sobre si era verdad o mentira que cuanto menos se come el intestino se hacía más pequeño.
Ahora un estudio parece poder explicar la plasticidad intestinal. Según investigadores del laboratorio Colombani Andersen de la Universidad de Copenhague uno de los ejemplos más llamativos de plasticidad intestinal se puede observar en animales que están expuestos a periodos prolongados de ayuno, como los que hibernan o las serpientes fitonas que pasan meses sin comer, donde el intestino se encoge hasta un 50 %, pero se recupera de tamaño después de unos días de realimentación.
Es importante destacar que la capacidad del intestino para cambiar de tamaño se conserva en términos generales. Por tanto, en los seres humanos se observa un aumento del tamaño del intestino durante el embarazo, lo que facilita la absorción de nutrientes para favorecer el crecimiento del feto.

La clave está en las activinas

Teniendo esto en cuenta, los científicos utilizaron la mosca de la fruta, Drosophila para estudiar los mecanismos que regulan la plasticidad intestinal. Los resultados, publicados en la revista científica Nature Communications, muestran que la privación de nutrientes da como resultado una acumulación de células progenitoras que no logran diferenciarse en células maduras, lo que provoca que el intestino se encoja. Al realimentarse, estas células progenitoras estancadas se diferencian fácilmente en células maduras para promover el nuevo crecimiento del intestino, según informan los investigadores en un comunicado.
El doctor Ditte S. Andersen explica: «Aprovechando la amplia caja de herramientas genéticas disponibles en la mosca de la fruta, hemos investigado los mecanismos que sustentan el cambio de tamaño del intestino dependiente de los nutrientes» y añade: «Hemos identificado las activinas como reguladores críticos de este proceso. En condiciones de restricción de nutrientes, la señalización de la activina se reprime fuertemente, mientras que se reactiva y es necesaria para la maduración de los progenitores y el cambio de tamaño del intestino en respuesta a la realimentación. El cambio de tamaño del intestino dependiente de activina es fisiológicamente importante ya que la inhibición de la señalización de activina reduce la supervivencia de las moscas al ayuno intermitente».

La importancia para el cáncer

Los reguladores de la plasticidad de los órganos son esenciales para la adaptación del huésped a un entorno en constante cambio; sin embargo, las mismas señales suelen estar desreguladas en los cánceres. De hecho, las mutaciones que afectan la señalización de la activina son frecuentes en las células cancerosas de diversos tejidos.
El estudio proporciona un punto de partida para investigar el vínculo entre la señalización aberrante de activina y el desarrollo de cánceres colorrectales y sienta las bases para explorar la eficacia de las estrategias terapéuticas anti-activina en el tratamiento de los cánceres colorrectales.
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