La aparición de canas depende fundamentalmente de la genética
Estas son las enfermedades que hacen que te salgan canas, según Harvard
Los cabellos carentes de melanina se producen en edades tempranas por diferentes motivos
Descubrirse una primera cana es uno de los primeros síntomas de envejecimiento, sin embargo, en muchas ocasiones, esos cabellos blancos, carentes de melanina, se producen en edades tempranas. Según explican desde la Universidad de Harvard, a veces las canas indican la existencia de alguna carencia o enfermedad, especialmente si se producen en la juventud. Los problemas de salud que pueden presagiar las canas incluyen:
Neurofibromatosis
Neurofibromatosis (también llamada enfermedad de Von Recklinghausen): este grupo de enfermedades hereditarias provoca el crecimiento de tumores a lo largo de los nervios y un desarrollo anormal de los huesos y la piel.
Esclerosis tuberosa
La esclerosis tuberosa es una afección hereditaria poco común que causa tumores benignos en múltiples órganos (incluidos el cerebro, el corazón, los riñones, los ojos, los pulmones y la piel).
Enfermedad de tiroides
Ubicada en la base de la garganta, la glándula tiroides libera hormonas que afectan todos los órganos del cuerpo, especialmente el corazón.
Vitiligo
Esta afección hace que los melanocitos (las células en la base de los folículos pilosos que producen el color) se pierdan o destruyan, tal vez porque el sistema inmunológico «falla» y ataca el cuero cabelludo en lugar de una infección.
Alopecia areata
La alopecia areata es un trastorno en el que se pueden perder repentinamente zonas de cabello, especialmente los cabellos teñidos (no grises). Esto puede provocar que encanezcan «de la noche a la mañana» porque las canas o canas que previamente estaban presentes de repente se vuelven más evidentes. Cuando se reanuda el crecimiento del cabello, puede ser blanco o gris, pero el cabello teñido eventualmente puede regresar.
Deficiencia de vitamina B 12
La carencia de esta vitamina da lugar a anemia, lo que a su vez provoca palidez, debilidad, fatiga y, si es grave, dificultad respiratoria y mareos.
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