Un fisio explica los tres ejercicios que mejoran el dolor cervical

El dolor cervical es una de las patologías más frecuentes entre la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 200 millones de personas en todo el mundo lo sufren.

Una mala postura, un sobreesfuerzo o el estrés pueden ser la respuesta a ese dolor de cuello puntual. Si no remite en pocos días o reincide, un examen de imágenes cervicales diagnosticará una posible hernia de disco o problemas asociados a la edad como el desgaste de los huesos del cuello o de los discos intervertebrales –espondilosis cervical–.

David Gómez Fernández, fisioterapeuta del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, explica en un vídeo en TikTok, cómo aliviar estas dolencias realizando tres sencillos ejercicios que se llevarán a cabo sentados en una silla para estabilizar el resto de la columna y que solo se trabaje la parte cervical.

Para el primer ejercicio se colocan las manos en el pecho para aislar el movimiento cervical. «Haremos un ejercicio de retracción y protracción llevando la columna cervical hacia delante y hacia atrás. Llevaremos el mentón hacia delante y hacia atrás. Haremos unas 10 repeticiones de cada movimiento».

Con este ejercicio se hace un movimiento de fortalecimiento como progresión del anterior. «Vamos a colocar los dedos sobre el mentón y vamos a meter la barbilla hacia atrás como sacando doble mentón. Aguantamos en esa posición cinco o diez segundos y volvemos este ejercicio. Haremos cinco o diez en función del dolor».

El tercer ejercicio será de estiramiento. «Para ello vamos a colocar nuestra mano sobre lateral de la cabeza. El brazo contrario lo dejaremos caer y haremos un estiramiento hacia el lado contrario aguantando esta posición unos 20 o 30 segundos. Haremos dos o tres series a continuación, giramos la cabeza hacia el hombro contrario y cogeremos desde la nuca y haremos el mismo movimiento. Este ejercicio lo realizaremos por los dos lados».

Cómo prevenir el dolor de cuello

Hay varios factores que pueden provocar o agravar el dolor cervical, como el estrés, que aumenta la tensión muscular en cuello y hombros y está muy relacionado con el dolor cervical crónico, o el sedentarismo, que predispone al dolor cervical y lumbar.

Dra. Eva Mercado, jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Sanitas Virgen del Mar, explica: «Es muy importante mantenerse activo. También prevenir el sobrepeso, que dificulta mantener una postura estable y, por tanto, puede conllevar la aparición de este tipo de dolor. Otro consejo es cuidar el calzado: un tacón no debe superar los tres centímetros y ha de ser lo suficientemente ancho para que el pie pueda tener el punto de apoyo necesario para no provocar desequilibrios».