Los brackets metálicos son más económicos
¿Invisalign o los tradicionales brackets? Cómo saber cuál elegir
La duración del tratamiento es comparable a la de los brackets convencionales, oscilando entre 12 y 24 meses
Los psiquiatras afirman que al sonreír se reduce los niveles de estrés y se cultiva una mayor sensación de calma y relajación. Lucir una bonita sonrisa es, por tanto, parte esencial de un proceso de autoestima que ayudará en las relaciones personales y profesionales. Además, una dentadura en mal estado con una mala mordida puede ocasionar problemas de salud en general.
Por estos motivos, cada día son más los que acuden a clínicas dentales para someterse a tratamientos de ortodoncia. Existen diferentes tipos que van desde los clásicos brackets hasta la ortodoncia invisible que puede ser lingual o tipo Invisalign. Esta última es a la que más se recurre en la edad adulta.
Ventajas del Invisalign
A finales de los años 90, una empresa estadounidense comenzó a desarrollar un sistema de ortodoncia removible y discreto. En 1997, Zita Chishti y Kelsey Wirth, estudiantes de la Universidad de Stanford, fundaron Align Technology LTD, introduciendo la planificación digital en los tratamientos de ortodoncia. Así nació Invisalign, un sistema innovador que ha evolucionado con el tiempo y que, en la mayoría de los casos, logra resultados comparables a los de los brackets tradicionales.
Los alineadores, al no ser un aparato fijo, se pueden retirar para comer y cepillar los dientes, siendo una técnica higiénica de ortodoncia. Además, como son totalmente transparentes, casi no se notan.
En qué consiste esta ortodoncia
Los alineadores se fabrican a medida para cada paciente utilizando tecnología de imágenes digitales en 3D. Los ortodoncistas diseñan el tratamiento planificando cada movimiento dental, desde la posición inicial hasta la deseada.
Los alineadores deben usarse entre 20 y 22 horas al día durante una o dos semanas antes de ser reemplazados por los siguientes, permitiendo el desplazamiento gradual de los dientes. La duración del tratamiento es comparable a la de los brackets convencionales, oscilando entre 12 y 24 meses.
Esta técnica no es efectiva en todos los casos. En situaciones de sobremordida o submordida severa, dientes rotados más de 20 grados, espacios amplios entre los dientes o cuando se requiere mover un diente verticalmente, será necesario recurrir a los correctores tradicionales.
Cuando la dentina queda expuesta porque el esmalte se ha desgastado, el nervio se vuelve endeble ante los estímulos fríos o calientes.
Cuánto cuestan los tratamientos
Hasta el año 2017, Invisalign tenía la patente de los tratamientos con alineadores invisibles. A partir de entonces el mercado se liberó y otros fabricantes se sumaron a la tecnología Cad Cam por ordenador. A mayor competencia precios más bajos. Así, un tratamiento medio con alineadores invisibles rondará los 5.000 euros.
Respecto a los brackets dependerá mucho del tipo que se utilicen. Los más económicos son los metálicos tradicionales que oscilará entre los 2.000 y los 3.000 euros, mientras que los autoligables pueden llegar a costar 5.000 euros y los linguales –que se colocan en la parte interior de los dientes– los 7.000 euros.
Pros y contras
Los alineadores invisibles facilitan la higiene bucodental porque son removibles. Son transparentes y ajustados a tus dientes pero no corrigen todos los problemas. No suelen dañar las encías.
Los brackets no pueden quitarse, pero corrigen todo tipo de dentadura y suelen ser los elegidos para los niños. Pueden causar heridas en las encías. Los brackets metálicos son más económicos que otros tipos de correctores.
