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Para tratar el dolor lumbar se emplean analgésicos o cirugíaGTRES

Una combinación de fármacos consigue tratar el dolor de espalda crónico

Dos tipos de medicamentos logran eliminar las células zombi en ratones

La Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente ocho de cada diez personas experimentarán dolor lumbar en algún momento de su vida, y una proporción considerable desarrollará una forma crónica de este trastorno.

Las causas del dolor lumbar crónico son variadas e incluyen desde lesiones antiguas y enfermedades degenerativas de la columna vertebral, hasta una postura inadecuada o un estilo de vida sedentario. Esta dolencia no solo afecta la condición física de quienes la padecen, sino que también puede provocar importantes repercusiones emocionales.

Actualmente, los tratamientos para este tipo de dolor se centran en aliviar los síntomas mediante analgésicos o cirugía, sin atacar directamente su origen. Ahora, un estudio liderado por investigadores del Centro Alan Edwards de Investigación sobre el Dolor de McGill, en el Hospital General de Montreal, ha demostrado que dos fármacos dirigidos a las llamadas 'células zombi' pueden tratar la causa subyacente del dolor lumbar crónico.

La doctora Lisbet Haglund, profesora de Cirugía de McGill y codirectora del Laboratorio de Investigación Ortopédica del Hospital General de Montreal (MUHC) afirma: «Lo emocionante de nuestros hallazgos es que podríamos estar frente a una nueva forma de tratar el dolor de espalda, eliminando las células que lo generan en lugar de simplemente enmascararlo», afirmó

Atacar el problema desde la raíz

Las células senescentes, conocidas como 'células zombi', se acumulan en los discos intervertebrales con la edad o debido a lesiones. A diferencia de las células normales, estas no mueren, sino que permanecen activas y provocan inflamación, dolor y daño en la columna.

Para explorar una posible solución, los científicos administraron por vía oral dos fármacos a ratones: o-vainillina, un compuesto natural, y RG-7112, un medicamento oncológico aprobado por la FDA. Ambos se probaron tanto por separado como en combinación. Los resultados mostraron que los fármacos lograron eliminar las células zombi, reducir el dolor y la inflamación, e incluso ralentizar o revertir el deterioro de los discos tras ocho semanas de tratamiento. Aunque cada fármaco mostró beneficios, su combinación fue especialmente eficaz.

«Nos sorprendió que un tratamiento oral pudiera alcanzar los discos intervertebrales, que son de difícil acceso y representan un gran reto para tratar el dolor de espalda», señaló Haglund. «Ahora la gran incógnita es si estos efectos podrán replicarse en humanos».

El potencial de un compuesto natural

Curiosamente, la o-vainillina no formaba parte del plan original del estudio. Según explicó Haglund, se incluyó de forma casi accidental mientras probaban otros compuestos. Este derivado de la cúrcuma, conocido por sus propiedades antiinflamatorias, resultó ser eficaz en este contexto.

Estos hallazgos representan una de las primeras evidencias de que la o-vainillina puede eliminar células senescentes. Aunque ya se sabía que análogos del RG-7112 tenían este efecto en investigaciones sobre cáncer y osteoartritis, no se habían probado antes en el tratamiento del dolor de espalda.

Con la mirada puesta en el futuro, el equipo de Haglund planea optimizar la estructura de la o-vainillina para que su permanencia en el organismo sea mayor y su efecto más duradero. Además, consideran que esta combinación de fármacos podría aplicarse al tratamiento de otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como la artritis o la osteoporosis.