Los tomates son una excelente fuente de antioxidantes
Quiénes no deberían comer tomate todos los días, según expertos en salud
Su acidez puede provocar molestias estomacales o agravar síntomas de reflujo gastroesofágico
Ya sea en ensalada, gazpacho o salmorejo, el tomate es uno de los pilares de la gastronomía española. Esta fruta no solo destaca por su sabor, sino también por su riqueza nutricional: es fuente de vitaminas A, C, E, K y B6, además de ácido fólico, tiamina y minerales como potasio, manganeso, magnesio, fósforo y cobre. También contiene compuestos beneficiosos como flavonoides y fitosteroles. Su alto contenido en fibra favorece el tránsito intestinal, estimulando los movimientos peristálticos y la secreción de jugos gástricos, lo que ayuda a prevenir trastornos como el estreñimiento o la diarrea.
El consumo regular de tomate, incluyendo sus derivados, puede ser eficaz para prevenir y controlar la hipertensión. Un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology reveló que una alta ingesta de tomate reduce el riesgo de hipertensión en un 36 %, y un consumo moderado puede ayudar a disminuir la presión arterial, sobre todo en casos de hipertensión leve. Además, desde hace décadas se ha relacionado al tomate con la prevención de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Quienes deberían tener cuidado
No obstante, no siempre es adecuado para todas las personas. Su acidez puede provocar molestias estomacales o agravar síntomas de reflujo gastroesofágico en quienes padecen esta afección. Asimismo, quienes sufren del síndrome del intestino irritable pueden experimentar sensibilidad a alimentos ricos en fibra o con ciertos azúcares, como la fructosa, presentes en el tomate.
Otro aspecto a considerar es la presencia de ácido oxálico, el cual se ha asociado con la formación de cálculos renales. Por ello, se recomienda moderar su consumo en personas con antecedentes familiares de enfermedades renales.
Por último, los tomates tienen un alto contenido de histamina, una sustancia que puede causar reacciones adversas en individuos con intolerancia a ella, como dolores de cabeza, erupciones en la piel, congestión nasal o molestias gastrointestinales.
