Envolver los pies en papel de aluminio ha ganado popularidad en redes sociales
¿Es útil envolver los pies en papel de aluminio para el dolor? Lo que dice la ciencia
Su efectividad no está respaldada por estudios científicos y puede suponer un riesgo para la salud
En los últimos años, la práctica de envolver los pies en papel de aluminio ha ganado popularidad en redes sociales como un supuesto remedio casero para aliviar dolores musculares, articulares e incluso favorecer el descanso nocturno. Según sus defensores, con tan solo 30 minutos de aplicación se pueden experimentar beneficios como una mejor calidad del sueño o la reducción de molestias asociadas a enfermedades como la artritis. Sin embargo, la comunidad científica mantiene una postura escéptica respecto a estas afirmaciones, que carecen en su mayoría de respaldo empírico.
Los defensores de esta técnica afirman que el papel de aluminio puede tener los siguientes beneficios:
- Alivio del dolor: se cree que el papel de aluminio refleja el calor corporal, generando una sensación de calor relajante.
- Desintoxicación: se asegura que ayuda a eliminar toxinas, aunque no hay estudios que lo respalden.
- Mejora de la circulación: el calor retenido podría favorecer el flujo sanguíneo.
- Efecto hidratante: puede ayudar a retener la humedad de la piel si se combina con cremas.
- Alivio del frío: al actuar como aislante, mantiene los pies calientes en ambientes fríos.
En este contexto, la nutricionista india Rakshita Bhandari afirma que el papel de aluminio puede influir en los canales energéticos del cuerpo, proporcionando una sensación de frescor y equilibrio. Según su visión, esta práctica es utilizada por maquilladores para aparentar un rostro más despierto y descansado. Asimismo, asegura que puede reducir procesos inflamatorios, tanto en cuadros catarrales como en inflamaciones articulares provocadas por traumatismos o infecciones.
Qué dice la ciencia
Sin embargo, más allá de estas creencias populares, las evidencias científicas sobre la eficacia del papel de aluminio en el tratamiento del dolor son escasas y poco concluyentes. Un estudio realizado en 2013, titulado Papel de aluminio para la prevención del dolor postamputación, basado en un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, cruzado y con control placebo, no halló diferencias significativas entre el uso de papel de aluminio y un placebo en pacientes con dolor fantasma tras la amputación de miembros inferiores. En sus conclusiones, los autores señalaron: «Los pacientes que reciben un envoltorio de papel de aluminio para el muñón no experimentan menos dolor fantasma que aquellos que reciben un placebo».
El cirujano ortopédico Dogossou Parteina, profesor en la Universidad Félix Houphouët-Boigny de Costa de Marfil, coincide en subrayar la ausencia de pruebas sólidas que respalden el uso terapéutico de este material. Aunque reconoce que algunas personas aseguran sentirse aliviadas, Parteina advierte que «no hay suficiente evidencia científica».
Posibles efectos adversos
A esto se suman los posibles efectos adversos: «Envolver los pies en papel de aluminio puede suponer riesgos para la salud. El papel de aluminio puede provocar la acumulación de calor, lo que provoca quemaduras y daños en los tejidos. También puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas».
Por su parte, la física Holly Houston, de la Universidad del Sur de Florida, alerta sobre un riesgo más profundo: la toxicidad por absorción de aluminio. Explica que este metal, al entrar en contacto con el sudor, se descompone en sales que pueden penetrar a través de los poros de la piel. «Cuando envuelves los pies en papel de aluminio comienzan a sudar naturalmente. Ese sudor contiene sales que reaccionan con el aluminio, haciendo que este se filtre y se introduzca en los poros de la piel», sostiene Houston.
Esta absorción podría convertirse en un problema de salud mayor, pues, según explica, el aluminio puede comportarse como una neurotoxina capaz de interferir en más de 200 procesos metabólicos en el organismo. «La absorción de aluminio es el peor efecto de envolver los pies ya que los estudios sugieren un posible vínculo entre la toxicidad del aluminio y la enfermedad de Alzheimer», afirma. A esto se suma una advertencia genética: quienes porten el gen APOE, vinculado al colesterol alto, podrían tener un riesgo mayor de desarrollar Alzheimer. En sus palabras: «Si tienes un gen de colesterol alto, también puedes correr riesgo de padecer Alzheimer. Si ya tienes riesgo, envolverte los pies en papel de aluminio aumenta aún más el riesgo de padecer Alzheimer». Por ello, recomienda opciones más seguras como compresas frías o calientes, en función de la naturaleza del dolor.
En definitiva, aunque la práctica de envolver los pies en papel de aluminio goza de cierta popularidad en el ámbito doméstico, su efectividad no está respaldada por estudios científicos concluyentes, y los riesgos asociados no son desdeñables. Ante cualquier dolencia persistente, la recomendación generalizada por parte de la comunidad médica sigue siendo la consulta con un profesional de la salud, quien podrá identificar la causa y proponer el tratamiento más adecuado.
